Día precioso, soleado, ni una sola nube, solo una leve brisa sur.
Mar calmo, transparente, marea bajando con reducidas olas en la costa. En los roqueríos en las “Islas Bajas” eran mayores, Imponente de un color blanco muy puro y brillantes.

Nadie en la playa aun, solo pasan algunos deportistas trotando, en el mar unas muy lindas gaviotas y patos vuelan bajo observando si algo se ve nadar. Exquisito respirar ese aire puro y marino con su aroma tan característicos.
Castear aquí es una delicia, la línea de flotación extendida 25 metros hacia dentro flota y la mosca deriva con la corriente. Luego al recogerla se le ve nadando en muy buena imitación de un pez, debido a la transparencia del agua. Esto permite a su vez dirigirla entre las rocas del fondo para evitar que se enganche en ellas.
A las 11:00 (hora actual) comienza a salir viento y llegan los primeros curiosos a ver este loco haciendo quizás que cosa con una caña larga y delgada en la mano.

Se acerca luego alguien que entiende y me consulta que mosca utilizo y como me ha ido. Le respondo: pequeña sardina algarrobina y que nunca tuve una mañana tan espectacular en esta playa, a pesar que la conozco hace 50 años.
P.D. No vi ni un pez ni tuve ningún pique, por lo tanto tendré que volver.
Saludos y suerte.