En esta ocasión se armo tremenda salida con flor de acampada incluida al precioso Coyanco ,mitico curso fluvial del Cajon del Maipo junto a mi hermano (que hace trekking) y el mítico Jorgito cazuela, si el mismo, el famoso, por el cual se pidió que su alma ardiera en el mismísimo infierno con escala incluida en el purgatorio de los ferreteros por haberse comido 3 pejerreyes matungos de Isla de Maipo, la rama chilena amparada en la alta escuela tradicional inglesa no perdono tal pecado capital y reacciono desplegando un verdadero asesinato mediático mediante asesinos posteos. Pero bueno…… quien no se comió un pescado antes??? Así como pertenezco a la rama torrante del fly fishing capitalino no me hice problema y entendí la situación.



Antes que llegara este magnánimo personaje mosquero de la zona central al rio ya habíamos llegado la noche anterior con mi hermano y más o menos temprano ya había desplegado mis artes mosqueras en aquellas aguas que tanto estimo como son las de este verdadero Chimehuin santiaguino. Una hormiga de goma eva mitad negra y mitad amarillo al final de un 5x me entrego como 20 piques = 10 truchas de 15-20 cm aprox. + un “truchon” de 25 cm.
El estero venia con poco agua y muy clara pero con una población truchistica dispuesta a pique de antología (como siempre). Antes de esta salida anduve “pasando malla “en gigantes ríos como el Melado y en el Pangal y la cantidad de piques en 1 día y medio de pesca era igual a 1 hora de pesca en el coyanco, por eso para mí este es el mejor rio del mundo.


Por fin llega Jorgito Cazuela y me revela que nunca a pescado truchas, el es un fiel representante de los mosqueros que forjan su técnica en aguas tibias tras los bellos pejerreyes y demases en la cuenca del gran rio Maipo, verdadera cuna de maestros matungeros que se hacen mosqueros alejados de la pesca de truchas y toda esa atmosfera estúpida importada desde el hemisferio norte .O sea estaba en presencia de un pescador que comenzó por lo más difícil hasta llegar al “alma matter” de la pesca con mosca: los ratones de rio o truchas si así más artísticamente quieren llamarlas.
Más de la mitad de la pega estaba hecha así es que nos armamos de valor y comenzamos a subir casi llegando al calabozo, era tarde y las farios y arcoíris estaban listas esperando las moscas secas……
Una caddis en 16 estaba al final del tippet de Jorgito cazuela y el pozón al frente , agachados seria yo quien guiaría a tan famoso personaje a perder su virginidad en aquellas solitarias comarcas cordilleranas …………………………..virginidad truchistica me refiero.
Un par de casteos y la mosca cae en la zona de fuego…..unos segundos y de las profundidades del Puelo de la zona central emerge un truchon tomando la mosca y desatando la adrenalina en mi estimado amigo comedor de pejerreyes.
Se clava al fondo (como toda marrón comer ratones) y la Winston Magnitude de mi compañero se doblaba pudiendo provocar un verdadero ataque cardiaco a Mel Krieger si nos viera. Por fin tuvimos la trucha en las manos y la cara de Jorge lo decía todo:

En el fondo de los pozones se veían truchones pero era muy difícil tentarlos, con poca agua y muy clara siempre es así.
Al otro día temprano nos preparábamos para pasar el famoso Calabozo y conocer sus mitos de truchas rompe cañas y otras yerbas.


El Calabozo

Jorge casteando a lo grande

Posando pokemonamente con El Calabozo del Diablo de fondo

Mas pokemon
Un lugareño gusanero amablemente nos guio para pasar el calabozo sin querer, a lo lejos vimos por donde subió como gato por una ladera. Allá fuimos los calientes siguiéndolo.
La ladera era muy empinada y todo lleno de cactus y tierra, pero no nos detendríamos hasta llegar al otro lado.

Mi hermano subiendo , notese el angulo de inclinación.

El Baker de la zona central corriendo salvaje al fondo del cañon
Ya arriba la belleza del paisaje de la vieja y querida zona central me hacía sentir bendecido por admirar tan grande obra de arte pintada con los colores en tonos pasteles del otoño (no se que dije pero sonó bonito)
Está bien que los mosqueros sureños nos molesten con que pescamos en puras acequias y que nunca vemos el backing de nuestros carretes pero bueno, acá se forjan muchos de los mejores mosqueros del país, entre poca agua, chaquetas amarillas, botellas de vino y pañales maculados al borde del rio, esquivando bañistas, la maestría y sutileza para engañar a los pejerreyes con 6x y moscas en # 18 para abajo es digno de un documental de National Geographic. Pienso que es fácil pescar con números grandes habiéndose forjado pescando con números pequeños, no así ponerse a pescar con números bajos habiendo sido criado con garrotes más grandes en numeración, pero bueno, esa es harina de otro costal o aserrín de otra fonda para que me entiendan.
De pronto llego a un pozón prometedor y me aproximo agachado. Una caddis pupa era la encargada de explorar las aguas impulsada por mi winston slv…………
Allí por fin pude experimentar en carne propia el potencial del otro lado del calabozo, el lado oscuro del Coyanco, aquel tramo escondido del común de los entes pescadores, The Dark Side Of The Moon.
Los piques eran tan seguidos que logre hacerle maltrato animal a aproximadamente 15 truchas en unos 35 minutos (la más grande de unos 27 cm aprox.), aguas abajo Jorgito cazuela también experimentaba el potencial goleador de este tremendo curso de agua sacando sus buenas truchas más un truchon de otros tiempos que le corto el tippet. El ñireguao capitalino nos acababa de mostrar su carta de presentación.

Tamaño promedio pero por decenas.

Notese la coloración muy viva

Claramente había menos rastros humanos y la belleza del lugar se mostraba en su más grande expresión.
A la vuelta la bajada por la ladera del Calabozo la hice con el ass a dos manos pero al final sano y salvo llegue abajo al igual que mi hermano y Jorgito “sartén con aceite” cazuela.

La senda por donde subimos
Al almuerzo las chaquetas amarillas casi se ensañan con nosotros.
Jorge logro engañar unas buenas truchas quedando alucinado después de conocer las famosas aguas del Petrohue metropolitano y su abundante población salmonidea compuesta de arcoíris y farios (y eso que no era en la mejor época). Por esto siempre el Coyanco es amable con quien lo respeta.
Al venirnos en la micro (no abran tanto los ojos, somos pobres aun) nos encontramos con el lugareño que nos paso caminando hacia el otro lado del Calabozo del Diablo y dijo: “es mejor con las lluvias, el pescao grande baja de arriba y también suben desde el rio Maipo “, para adentro me dije: tiene toda la razón del mundo………..
PD: Todas las truchas de este relato gozan de buena salud en sus respectivos pozones al momento de terminada la salida, gracias no se molesten.
Saludos a todos y nos estamos viendo por allí en algún rio usando caimán.