viaje a la laguna el dial

[vascofernandez]

PARTE I
Estimados, parti de santiago con rumbo a la laguna el domingo 20 como estaba previsto. Mis dos amigos y yo teniamos como destino recorrer , en la primera etapa, desde San Carlos hasta Pichirrincon donde nos juntariamos con nuestro guia para internarnos en la cordillera profunda.
Cargamos en un camion los caballos y nuestra mula de carga el dia lunes a las 12, nuestros caballos quedarian en “el caracol” a cuatro horas de Pichirrincon. Ese recorrido seria El caracol, El Sauce, Pichirrincon recorrido que hariamos sin guia. Finalmente después de variadas demoras estabamos montados y con la mula cargada.
Entre los terminos nuevos que conoci esta La Chigua, que son los cajones cargados que van a los lados de la mula. Pronto aprenderiamos que el amarre de la chigua es toda una ciencia y cosa no poco seria e importante. Finalmente alrededor de las 6 de la tarde ibamos montados camino a Pichirrincon.. El camino hacia El Sauce , terreno con poca pendiente, fue sin novedad, ibamos ansiosos. Después de dos horas de camino enfilamos hacia el norte subiendo la montaña en busca de nuestro tan ansiado encuentro con nuestro guia. Cuando habiamos subido alrededor de una hora el nudo que habiamos hecho a la chigua cedio y la carga se dio vuelta quedando debajo de la mula, esta comenzo a patear muy asustada como si estuviera loca desperdigando nuestra preciada carga, equipos de pesca incluidos, por todo el camino, los tallarines quedaron hasta arriba de los arboles. Salvajes animales son las mulas. La unica suerte es que todavía no habia obscurecido. Luego de juntar la carga y desenredar las cuerdas de las patas de atrás de nuestro mular con mucho cuidado y no sin mucho riesgo de ser pateado, distribuimos los viveres, repartiendolos entre la mula y nosotros tres para seguir camino. El problema es que la carga nunca quedo bien y cada cierto rato se desestibaba por lo que teniamos que parar y arreglarla. Toda una odisea era bajar y subir del caballo cada vez, ya que nosotros tambien llevavamos la carga redistribuida delante de nuestras monturas.
Finalmente llegamos, fuera de todo pronostico, a la una de la mañana a la casa de nuestro guia, sin embargo nuestras penurias no terminarian ahí. Una vez desensillados los equinos y guardados donde el dueño de casa nos habia indicado, al poco rato sentimos unos ruidos raros con nuestros caballos y cuando salimos a ver de que se trataba vimos a nuestros tres equinos seguidos de nuestra mula escapando a todo galope hacia la montaña. Mi yegua barrosa habia derribado una cerca de madera abriendo paso al escape. Prontamente ensillamos los caballos de nuestro guia, que por ser del lugar no habian escapado y partimos a todo galope tras sus pasos. Se fueron por un risco bordeando el rio Salitre el que finalmente atravesaron yéndose hacia la falda de una montaña donde logramos, no sin antes mucho trabajo y peligro, encerrarlos, lacearlos y llevarlos de vuelta a tiro . Si no hubiese sido por la habilidad de nuestro baqueano guia, jamas lo hubieramos logrado. Creanme amigos que la adrenalina corrio a raudales por mi cuerpo esa noche mientras cabalgaba de noche cruzando riscos y atravesando rios…….y solo estabamos comenzando nuestra aventura.
Logramos conciliar el sueño alrededor de la 4 de la mañana, previo chequeo de todos los detalles ya que al otro dia, si bien ibamos guiados, seria el que mas desafios nos haria encarar. Este desafio, ahora en serio, era atravesar las montañas mas profundas, no exentos de riesgos y por supuesto cruzar el mitico risco “El Filo del Macho”.

[vascofernandez]

PARTE II
La idea era partir temprano en la mañana por lo que a pesar del sueño nos levantamos al alba, sin embargo entre preparar la carga y el desayuno recien a las 9 de la mañana estabamos todos montados listos para partir. Esta vez viajabamos con nuestro guia, su hijo y dos mulares con las chiguas bien seguras amarradas por nuestro guia. Para cargar nuestro mular el guia tapo su cabeza con una manta lo que hizo que estuviera calmada durante todo el proceso, ¡haber sabido eso nos hubiera evitado muchos dolores de cabeza el dia anterior!. El recorrido esta vez era Pichirrincon - El Dial, El Dial – Los Moscos, Los Moscos-Vallejos, Vallejos-Navarrete, lo cual completaria nuestros 7 dias de viaje. Uno de mis amigos debio cambiar su caballo Anibal, un precioso animal alazan mezcla de ingles con percheron, ya que el animal no tenia experiencia en este tipo de cruces. Tuvo que montar un caballo colorado baqueano de nuestro guia con Anibal detras a tiro. El hijo de nuestro guia a su vez llevaba a tiro una yegua colorada de dos años muy poco mansa, ambos debian montar a la vuelta los caballos que ahora llevaban a tiro pues los caballos que montaban se quedarian arriba en las veranadas.. Mi otro amigo montaba una yegua colorada gruesa, de mucha fuerza y experiencia y yo montaba la yegua barrosa, aquella que habia liderado el motin de la noche anterior, pero que tambien era de experiencia en este tipo de lances como quedaria demostrado a lo largo de todo el viaje.
Enfilamos hacia arriba, ansiosos y entusiasmados. En mi cabeza solo se cruzaban pensamientos de los rios y lagunas que podriamos conocer y pescar. Nos fuimos bordeando el rio salitre hasta las cumbres, estas comenzaron a alzarce y el rio quedaba abajo cada vez mas pequeño. El camino era relativamente facil para los caballos y no habian sobresaltos. Antes de llegar a Las Tragedias venia la primera pasada riesgosa. Debiamos caminar por una ladera de montaña de tierra pero casi sin huella y con un angulo bien cerrado. Los caballos caminaban como afirmandose casi exclusivamente con las patas que daban hacia el valle, como ibamos en subida el rio Salitre se empequeñecia cada vez mas. Luego de esa ladera subimos un risco de piedra viva donde habia una vertiente cayendo a la izquierda, al final del risco debiamos dar la vuelta casi en U, cruzar la vertiente y subir una especie de escalera irregular en un angulo cerradisimo, fue la primera gran prueba para los equinos. El secreto era apretar bien las piernas para sujetarse a la montura con toda la fuerza posible. En bajada hechar los estribos para adelante y el cuerpo para atrás y en subida todo lo contrario, hechar los estribos para atrás y el cuerpo hacia adelante. Luego de 1 hora llegamos a Las Tragedias sin novedad. Este precioso lugar es el primer sitio, yo diria, notable para la pesca, llega un rio pequeño que tributa al Salitre, el terreno se aplana y hay lugar para vadear el rio por varios metros tanto para arriba como para abajo, sin embargo no habia tiempo de parar pues faltaba todavía para nuestro destino. Luego de atravesar el rio pequeño y aprovisionarnos de unas peras de un peral que estaba junto a una pared de roca, seguimos nuestro camino. Ya nos acercabamos al mitico risco y sentia la inquietud y el nerviosismo por dentro. Una semana antes que nosotros habian pasado unos viajeros en caravana y una de sus yeguas, que por suerte llevaba carga y no jinete, se habia precipitado al vacio muriendo en el acto, hacia poco El filo del Macho habia cobrado una victima.
Poco antes de llegar habia que subir una especie de escalera de caracol de roca viva, con una pendiente muy pronunciada donde los caballos debian hacer el maximo esfuerzo para subir, para sortear algunos de los escalones debian subir sus dos patas delanteras primero y después con un salto subir las posteriores. Una vez arriba ahí estaba el atemorizante Filo del Macho. Este risco se encuenta a una altura de unos doscientos metros del rio El Salitre, es pura roca viva y filosa, no tiene pendiente sin embargo es tan angosto que cabe solo el caballo, tiene unos 70 metros de largo y termina en una vuelta en angulo recto. A tu derecha tienes pared de roca y tu izquierda el despeñadero. La verdad no existen palabras para describir lo atemorizante del cruce. Paramos unos minutos y sabiamente nuestro guia nos ordeno bajar de los caballos y pasarlos a tiro mientras el pasaba a tiro en caravana las dos mulas, a Anibal y a la yegua colorada que su hijo llevaba a tiro. Al enfrentar la vuelta cerrada del final del risco y mirar hacia abajo se podia apreciar el cuerpo de la yegua muerta dias atrás, una caida mortal para cualquiera.
Habiamos pasado el Filo del Macho sin novedad, sin embargo a la vuelta no nos seria tan facil la cosa.

[vascofernandez]

PARTE III
Luego de atravesar el risco comenzamos a bajar la montaña por una huella que nos estrechaba mas y mas contra el rio Salitre, al llegar abajo se estrecha aun mas la huella y te encuentras una tranquera que te conduce por un callejón de roca por unas decenas de metros hasta llegar al rio. En ese punto lo atravesamos y nuevamente comenzamos a subir la montaña, esta vez con el rio a nuestra derecha. En ese punto el paisaje comenzaba a variar sustancialmente, inmensos bosques de Roble con pasto largo amarillo en las laderas de los cerros, con algunos arboles quemados cuyas formas asemejaban figuras prehistoricas o extraterrestres. Uno podria imaginarse que a esa altura de la cordillera uno se encontraria con una vegetación baja tipo monte pero la verdad es que los bosques son exuberantes. Finalmente luego de algunas horas de cabalgata y parajes sobrecogedores llegamos al cruce donde hacia el norte esta la famosa laguna El Dial. Enfilamos en esa direccion, luego de un rato el camino a esa altura se iba poniendo cada vez mas arido y monotono y el cansancio se hacia sentir fuerte. Finalmente alrededor de las cuatro de la tarde llegamos a esta famosa laguna, es una laguna en medio de las montañas, relativamente grande de unos 8 kilometros de largo y con forma de sonrisa. La verdad es que el paisaje lunar, arido casi sin vegetación era sobrecogedor , sobretodo pensando que estabamos a muchas horas a caballo de la civilización. A pesar del cansancio nos bajamos de las cabagaduras raudamente y armamos nuestros equipos, pareciamos dementes desesperados. Arme inmediatamente la killer, winston vapour #7 con la SA GPX floating, un lider 4X de 9 pies y una imitación de saltamontes, aquel de cerro, el cafecito atigrado. Comenzamos a lanzar esforzandonos al maximo para lograr distancia sin lograr absolutamente ningun pique. Nos dimos cuenta que no era tirar y abrazarce, mis amigos desesperados comenzaron a probar diferentes patrones, wooly bugger y streamers a granel sin ningun resultado.
Finalmente en un acto de iluminación supremo puse un versileader Rio de 7 pies y hundimiento rapido luego el 4x y el saltamontes en la punta, tercer lance perpendicular a la orilla y aleluya una preciosa arcoiris de aproximadamente 1,5 kilos habia caido engañada con mi artilugio. Esa era la tecnica, independiente de la direccion del lanzamiento habia que hundir la langosta y recogerla lentamente con tirones muy suaves. Alrededor de las 7 de la tarde las arcoiris no se hicieron esperar, a esa altura todos estabamos pescando con el mismo patron y la misma tecnica. Innumerables capturas todas arcoiris de lomo verde clarisimo y la linea horizontal que divide el cuerpo entre el verde y el plateado marcadamente roja, todas de alrededor de 2 kilos o mas.
El mas sorprendido era nuestro guia quien el dia anterior al ver las lineas de pesca quedo totalmente esceptico de que con “esas cuestiones” lograramos burlar a las truchas.
Esa noche el fogon estaba mas brillante y la botella de wiskhy sabia mas dulce que nunca. Nos acostamos rendidos, sin embargo no podiamos conciliar el sueño pensando en todo lo que habiamos vivido ese dia y que amaneciendo enfilariamos a Los Moscos sin saber que aventuras nos depararia el dia.

[vascofernandez]

Amigos, pronto publicare las siguientes partes para describir el viaje en su totalidad.
gracias

[Nessy]

Oye pero no puedes dejarnos metidos!!! Que buen relato viejo, ponle unas fotos y queda espectacular.


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[vascofernandez]

Nessy, como les comente antes del viaje me carga sacarme fotos con las truchas, lo que si publicare seran algunas fotos del viaje. Cuando mis parthners se dignen a enviarmelas jajajajaj. Pero prometido.

[llownyen]

Buen relato amigo vasco, denota esfuerzo y dedicación. Quedamos a la espera del final, ojalá incluya fotos del lugar.
Algunos pasajes me recordaron cuentos criollistas chilenos como los de Mariano Latorre, particularmente uno de Oscar Castro por el contexto: las interminables cabalgatas y los peligros de los pasos cordilleranos.

[M.Hernández.M]

Muy pero muy buen relato. Esperamos la parte IV y si tienes tiempo algúnos Tips (PM) yo parto el sábado desde puente de pierdra.

Saludos.

[alejandro magno]

Debe de ser, uno de los mejores relatos que he visto, la carencia absoluta de imágenes hace que sea más atractiva aún, de hecho hace una semejanza muy tangencial a la literatura, eso también se agradece. Mis sinceras felicitaciones, sin lugar a dudas, el viaje, el cansancio y el paisaje pagan en vida todos los deseos que cualquier ser humano amante de la naturaleza pueda pedir.

[vascofernandez]

PARTE IV
Amanecimos temprano y contra todo pronostico sin señales de cansancio pero entumidos, debiamos apurarnos pues debiamos salir cuanto antes a Los Moscos, si bien nosotros andabamos en son de exploracion y pesca nuestro guia debia llegar rapidamente a su “puesto” en Los Moscos. Los puestos son los campamentos de los arrieros donde llegan cuando deben trabajar con sus animales en las veranadas. Levantamos campamento y salimos de madrugada a nuestro nuevo destino, el principio del camino con su aridez se torno bastante monotono, luego de un rato el sol nos abrazaba sofocandonos. Luego de una interminable cabalgata por fin estabamos en el cruce que nos llevaria a destino. Nuevamente el paisaje se torno verde y exuberante. Habiamos escuchado que el rio Los Moscos era relativamente pequeño y muy poco pescado, que las truchas eran relativamente pequeñas pero muy abundantes.
La cabalgata se torno menos tediosa pues los paisajes eran nuevos para nosotros, me parecia extraño no cruzarnos con ningun tipo de animal silvestre distinto de aguilas y halcones que de cuando en cuando surcaban los cielos en nuestro camino. La razon la sabriamos en la noche que con su silencio nos traia a los oidos el sonido selvatico de los animales silvestres. Luego de un par de horas llegamos por fin al puesto. El puesto no era mas que un sitio de unos 30 x 30 mts. cerrado perimetralmente con ramas secas de ñirre, con una pequeña construccion muy rustica de madera que servia de bodega y dormitorio para los arrieros. Al medio del sitio y bajo una ramada habia un inmenso fogon. El rio estaba a tan solo unos pasos del campamento, efectivamente era un rio pequeño de agua pristina y muy fria, tipico rio cordillerano, con pendiente y pozones o pockets donde las truchas seguro encontraban refugio. Habia un puente hecho con palos que atravesaba el rio y conducia a un pozo de agua caliente con olor a azufre, tambien cerrado perimetralmente por ramas secas. No lo podiamos creer ¡una terma para bañarse!, y donde literalmente el diablo perdio el poncho. Luego de instalarnos, prender el fuego para almorzar algo rapido ya nos disponiamos a armar nuestros equipos y llegaron visitas. Eran los carabineros de Frutillar, el ultimo puesto fronterizo del sector . Nos habian visto venir y vinieron a darnos la bienvenida, cuando estabamos en plena conversación sentimos ruido de caballos afuera del puesto, cuando fuimos a ver que pasaba, eran tres gendarmes argentinos y un gaucho que venian en persecución de unos cuatreros que le habian robado 8 vacas al gaucho que los acompañaba. Las huellas los habian traido a territorio chileno por lo que rapidamente nuestras visitas se fueron con los gendarmes tras los pasos de los ladrones.
En ese momento nosotros estabamos listos para armar nuestros equipos y salir al rio a probar suerte. Esta vez armamos las cañas mas pequeñas. Nuevamente arme la gpx con un 4x, esta vez con una hare´s hear en numero 14 en la punta. Esta vez nos separamos y cada uno busco su destino por sectores diferentes del rio. No se veia ningun tipo de actividad sobre la superficie asi es que la ninfa, pense, venia de perilla, ademas me habia dado tan buen resultado en otras ocaciones. Comence a lanzar corriente arriba para derivar la ninfa hacia los pockets que se formaban y nada. Pense que a lo mejor estaba muy cerca de la orilla y me veian por lo que decidi alejarle y lanzar de un poco mas lejos……nada. Luego de varios cambios de patron y enredos con las ramas bajas cerca de la orilla pense: No creo que…..pero bueno no hay peor gestion que la que no se hace. Cambie el ultimo patron por la famosa langosta y un split shot pequeño en el lider y ¡Aleluya! cayo la primera. Estas truchas eran igual de selectivas que las de la laguna y comian solo langostas las muy malditas. La verdad fue un festival, todas arcoiris de 200 a 300 gramos. Al final cuando se entro el sol perdieron toda la compostura y picaban a ¡medio metro tuyo!, increíble. Debo confesar que nuestros guias nos habian pedido encarecidamente, casi exigido, que si sacabamos truchas esa noche se comia truchas por lo que habiamos decidido que si picaban ibamos a guardar dos cada uno.
Mis amigos tambien se habian dado cuenta del tema de las langostas por lo que logramos la cuota de captura para la comida de la noche.
Esa noche llego a nuestro puesto Hugo, un arriero que habiamos conocido en Pichirrincon y que se habia comprometido juntarse con nosotros y a llevarnos a su puesto a Vallejos, distante a una hora y media de cabalgata de Los moscos. Nuestro guia debia realizar sus labores de ganaderia en Blanco Mallin su otro puesto, por lo que no nos acompañaria.
Esa noche sacamos La Cutra, una gran camara de tractor especialmente diseñada para contener vino. Celebramos el estar ahí con nuestros amigos baqueanos a la luz de la fogata pensando en que al otro dia el destino nos llevaria a Vallejos territorio del rio mas espectacular y productivo de la zona.

[SONIA]

Felicitaciones Vasco, te cuento que soy fanática lectora, y tu relato ha superado con creces a muchos literatos exitosos, de empastes finos.... créeme, no me hizo falta ninguna foto para imaginarme y ver los lugares remotos, inaccesibles y maravillosos por los que anduviste....espero el final de la historia... para mi, toda una gran aventura.

Saludos
Sonia


...el rio y la montaña me hacen muy feliz...."

[vascofernandez]

Felicitaciones Vasco, te cuento que soy fanática lectora, y tu relato ha superado con creces a muchos literatos exitosos, de empastes finos.... créeme, no me hizo falta ninguna foto para imaginarme y ver los lugares remotos, inaccesibles y maravillosos por los que anduviste....espero el final de la historia... para mi, toda una gran aventura.

Saludos
Sonia


...el rio y la montaña me hacen muy feliz...."

Gracias Sonia, por algo somos chillanejos. La verdad agradezco tus palabras, nunca pense que mi relato les gustaria tanto a algunos blogeros. Todavia quedan aventuras.
saludos.

[vascofernandez]

PARTE V
Como ya estaba transformandose en algo habitual amanecimos muertos de frio, desayunamos rapidamente y nos aprestamos a ensillar nuestras cabalgaduras y cargar nuestra mula para enfilar hacia el sur hasta Vallejos, nosotros tres y nuestro amigo Hugo. Esta vez mi amigo deberia volver a montar a Anibal ya que el colorado debia irse a Blanco Mallin con su dueño. Nos preocupamos de sobremanera de no recargar nuestra mula ya que tan solo estaríamos un dia y una noche en Vallejos y al otro dia volveríamos a Los Moscos que ahora era nuestro campamento base. La cabalgata esta vez seria suave y tan solo de una hora y media. En la medida que avanzabamos a destino cada vez se hacia mas agreste el paisaje y la soledad inconmesurable del lugar por donde transitabamos nos calaba los huesos. Por primera vez nos acompañaban enormes condores surcando el cielo a pocos metros de nosotros. Ibamos muy atentos a las señales del camino pues al otro dia debiamos volver a Los Moscos solos. A mitad de camino nuestro amigo Hugo nos propuso pasar a un clandestino a tomar una cerveza bien helada. La verdad es que pense que como era posible que en esas latitudes existiera un clandestino, pero bueno hacia mucho calor y si Hugo lo decia bien estaria por lo que aceptamos gustosos. Un poco mas alla, en una montaña de matorral bajo y abundante pasto, repentinamente Hugo cambia de direccion y se nos pierde detrás de unos arbustos, luego de unos segundos aparece nuevamente a pie con su cabalgadura a tiro y un saco blanco mojado estilando en la mano. Nosotros muy sorprendidos no entendiamos que pasaba, luego abre el saco delante de nuestros ojos y aparece una botella de Cristal de litro que se notaba bien helada. La carcajada aparecio espontánea y simultáneamente en todos nosotros. Habiamos picado igual que las truchas con el cuento del clandestino y estabamos en medio de la nada, a 10 horas del refrigerador mas cercano y con una cerveza de litro bien helada en la mano.
Bien diablo nos habia salido nuestro amigo, compartimos la cerveza y a pesar que nunca me ha gustado mucho, esa fue sin duda la mejor que he tomado en toda mi vida.
A pesar de haber avanzado bastante, todavía no se vislumbraba el rio Vallejos y la ansiedad nos invadia, Hugo nos habia contado que estaba su sobrino en el puesto y que conocia el rio a la perfeccion por lo que nos serviria de guia para esta jornada de pesca.
Luego de bajar una loma de aspecto arido llena de coirones, a lo lejos se divisaba una construccion de madera tan solo como una pequeñisima estrella en la inmensidad del cielo ¡ahí esta el puesto! Exclamo Hugo. Avanzamos unos minutos bajando por la ladera del cerro y de pronto nos encontramos con el rio. Este hacia un angulo recto desde el sur hacia el poniente por lo que no lo habiamos visto por eso. A partir de ese momento nos fuimos bordeandolo a nuesta derecha. El rio Vallejos es un rio considerablemente mas grande que Los Moscos, sus aguas color turquesa me recordaron el color del Baker. Nuevamente la adrenalina comenzo a correr a raudales. Es un rio encajonado, con algunos pozones profundos, para lograr acceder a su orilla hay que bajar la ladera del cerro de unos 30 o 40 metros en promedio.
En un punto cortamos perpendicular al rio hacia arriba para alcanzar el puesto por lo que el rio se nos alejaba mas y mas.
Una vez en el puesto salieron a recibirnos Pablo y Pablito, hermano y sobrino de Hugo, el niño de unos 12 años seria nuestro guia esa jornada.
Fue un recibimiento muy cariñoso, este puesto era bastante mas grande que el de Los Moscos, una gran bodega – dormitorio con un gran fogon techado a uno de sus costados, un meson que hacia de cocina y un comedor de madera rustica con tablones para sentarse situado debajo de una gran arboleda de robles añosos, por lo que era muy sombreado, todo un lujo para nosotros.
Una vez que guardamos los aperos y soltamos los equinos, ingresamos al fogon. Pablo estaba terminando de asar medio chivo. Habia ensalada de tomates con cebolla, papas cocidas y chivo asado de almuerzo.
Después de llenar nuestros vacios estomagos, a eso de las dos de la tarde preguntamos a Pablito cual era la hora del pique, todo el dia nos respondio. Velozmente aramamos nuestros equipos, pequeños nuevamente, y nos dirigimos ansiosos al maravilloso rio. Habia que bajar una ladera de cerro y caminar por aproximadamente 15 minutos.
Este rio es difícil de pescar ya que para acceder a los lugares vadeables hay que bajar el cerro, para acceder al siguiente hay que subir y nuevamente bajar y asi sucesivamente.
A esta altura Uds.podran adivinar con que artilleria ibamos preparados. Pablito estaba muy esceptico respecto a nuestros resultados al ver nuestra parafernalia de pesca y se reia de nosotros, muy respetuosamente y sin burlarse por supuesto.
Una vez que llegamos al rio y antes de bajar a su orilla, caminamos rio arriba buscando un pozon adecuado para partir la jornada. Divisamos desde arriba tres caidas de agua relativamente bajas que terminaban con el curso de agua sobre roca casi viva y que a continuación se encajonaba como en una callejón de piedra a ambos lados donde se formaba un raudal relativamente profundo y en donde la corriente adquiria cierta rapidez. Fue el lugar elegido para partir. Lanzamos corriente abajo dejando derivar la langosta que iba semi sumergida en el agua y ¡zaz! ¡ que pique violento senti al primer lance!, sin embargo la ansiedad me hizo levantar la caña demasiado rapido y a destiempo sin lograr clavarla. Lo senti muy fuerte, sin embargo no logre ver a la trucha por lo que no se su tamaño. No tarde en calmar los nervios y adquirir mas precision lo que me permitio no perder las oportunidades de clavarlas. La pesca era realmente abundante, los piques se sucedian una y otra vez, las truchas eran muy agresivas, solo arcoiris y de tamaños que bordeaban el medio kilo o un poquito mas. Era el paraíso, un sueño, realmente este rio cumplio todas nuestras expectativas e hizo honor a su fama. Muy poco recorrido, abundantes presas y de un tamaño mas que digno. Realmente ese rio, muy entretenido de pescar, nos hizo olvidar todas las penurias y temores de las jornadas anteriores.
Ya bien entrada la tarde, satisfechos de la pesca y cansados de tanto bajar y subir cerros para acceder al rio, decidimos volver al puesto. Mientras esto ocurria el cielo se cubria de nubes y el clima se tornaba de un tono amenazador. Rapidamente ya en el puesto, cubrimos el techo del dormitorio y el fogon con una gran manga de polietileno ante la amenaza de lluvia, la hospitalidad de sus dueños no se hizo esperar invitandonos a armar nuestros sacos de dormir en un rincón del gran dormitorio. Mientras haciamos nuestras camas Pablo no tardo en poner medio chivo en las brasas. Llevamos la cutra al fogon y tuvimos una noche de abundante comida, conversación, chistes y compañerismo.
Después de un rato comenzo la lluvia, al principio timidamente y luego torrencialmente.
Una vez acostados sentiamos la lluvia y las violentas ráfagas de viento. Mientras conciliaba el sueño rogaba que solo fuera una lluvia pasajera ya que al otro dia retornabamos a Los Moscos.
Esa noche fue la primera en que senti la nostalgia de estar tan lejos de los mios.

[ricardorancagua]

Se paso Vasco, ud debe ser escritor que buen relato, se siente la pasion con la cual disfruto su viaje, y sobre todo como deja ver por medio de las letras las tomadas de esas truchas cordilleranas.


saludos
Ricardo

[vascofernandez]

PARTE VI
Rompiendo la tendencia esa noche no pasamos frío, al amanecer la tormenta había amainado y el cielo se mostraba nuboso pero con manchones de cielo azul, solo una leve llovizna intermitente caía. Pablo había madrugado y nos había preparado de desayuno un caldo de carne, papas y cebolla, un caldo arriero ¡legitimo! y exisito. Luego de preparar nuestros aperos y ensillar los caballos vinieron las efusivas despedidas. Realmente los dos hermanos y el niño nos habían agasajado cariñosamente y nosotros estábamos realmente agradecidos. Como broche final en un saco nos habían puesto medio chivo para que lo lleváramos de regalo a nuestro campamento base, por más que tratamos de negarnos a tal presente finalmente nos fue imposible ya que comenzaron a sentirse muy ofendidos. Eran personas muy sencillas, autenticas, solitarias y de gran corazón.
Ahora debíamos volver a Los Moscos a reencontrarnos con nuestro guía, solos, sabíamos la dirección que debíamos tomar y habíamos estado atentos a las señales del camino para no perdernos de vuelta, estábamos seguros que llegaríamos sin novedad. Pusimos pierna fuerte a nuestros caballos y la vuelta nos demoro tan solo una hora. Llegamos sin novedad a Los Moscos. Llovía intermitentemente en ese sector. Nuestro guía aun no había llegado por lo que prendimos el fogón y nos fuimos a dar un reponedor baño termal mientras lo esperábamos. Al lado de la terma se habían instalado en carpa dos personajes muy singulares, Don Juvenal y Don Israel, inmediatamente nos invitaron a su campamento y nos agasajaron con pescado frito y sopaipillas. Departimos un buen rato con ellos. Inútilmente, debido a la lluvia y humedad del suelo, Don Israel trataba de hacer una hoguera para asar al palo medio chivo. Nos pidieron permiso para utilizar nuestro fogón a lo que nosotros accedimos gustosos. Una vez allí no tardaron en tener todo listo para el asado, incluida una botella de aproximadamente dos litros de vino y otra de Gancia, un licor parecido al Cinzano de origen argentino. Nos costo muchísimo negarnos a seguir su ritmo, lo hicimos básicamente por dos razones, primero porque no eran mas de las once de la mañana y segundo porque teníamos planes de extender nuestra jornada de pesca. Una vez listo el asado la velocidad de consumo de liquido de estos personajes aumento exponencialmente, fueron cayendo de a uno. Primero Don Juvenal, mientras el otro aun se mantenía en pie llego nuestro guía quien con hambre comenzó a comer del asado. Pocos minutos después cayó el segundo. Una vez solos comenzamos de inmediato a planificar la ruta que nos llevaría a nuestro ultimo destino, la laguna “Navarrete”, esta se encuentra en territorio argentino a dos horas y media de cabalgata desde Los Moscos, pasaríamos por un paso no habilitado y visitaríamos a Horacio, un gaucho amigo de nuestro guía, quien a su vez era muy amigo de los gendarmes argentinos, lo que nos aseguraba en cierto modo que no seriamos expulsados por los gendarmes. Le llevaríamos de regalo una gran carga de leña ya que en esa latitud argentina es un bien muy preciado.
Ese día finalmente no salimos a pescar, nos dedicamos a la contemplación y a la cocina.
En la noche en el fogón, uno de mis amigos preparo un risoto con los riñones de los chivos que a la larga seria la mejor comida de todo el viaje, compartimos un poco de vino de la cutra y nos acostamos temprano, nuevamente pensando que nos depararía el día que se avecinaba que seria el ultimo de nuestra gran aventura.

[Houston]

Como ya es costumbre, genial relato.


Houston
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[alejandro magno]

Espero ansioso la séptima parte, es a estas altura literatura obligada

[PIN PON]

La cagó ¡¡¡

Excelente.

Y ???? que pasó el último día??? Ya pué que nos tiene a todos metidos.

[Mr. Mota]

se pasó!!!
esperamos la prox. parte

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[pmf]

Oye!!! comparto con Sonya, es un relato espectacular. Me recuerda los cuentos de Manuel Rojas, Rokha, Lillo, entre otros, un relato muy de la tierra, simple, sobrecogedor y entretenido. Me imagino toda tu historia y la disfruto. Hace años hice algo parecido en Alto Bio Bio y Lonquimay. No hacen falta las fotos. (salvo el tamaño de las truchas, jeje!!)
Felicitaciones!!!
Saludos.