Durante varios años la visitaba en el mes de Noviembre, antes de los grandes calores del verano. A veces muy tímida no se presentaba, pero otras compartía momentos inolvidables para mi.
La noche del Lunes pasado fue asesinada por un delincuente, trabajador de la empresa Luchetti de un golpe en la cabeza.

Así es, esta preciosa trucha nació en la Cordillera de San Fernando, creció en el río Claro y compartía su hábitat con quienes disfrutan sanamente de este río. Vivía bajo una gran roca a la entrada del pozon de las Gitanas en Las Peñas. Era muy difícil su captura, ya que posar una ninfa a su vista no era fácil. A demás aprendió a escupir los anzuelos sin rebaba, por lo que normalmente solo saludaba y se iba.

El domingo llego un grupo de trabajadores de Luketti a un Camping del lugar a pescar con señuelos de metal. Entre ellos, un delincuente fue a la una de la madrugada del día lunes a cazar truchas con gusano de tebo. Lamentablemente la Panchita no resistió el fragante olor del gusano moribundo y cayo en la trampa mortal. Hoy, esta preciosa arcoiris yace en una cubeta de hielo a la espera de ser devorada en Santiago.
Yo en cambio estoy muy desilusionado, ya que comprendo que pasará mucho tiempo antes de que podamos lograr que las leyes se cumplan y se protejan nuestros ríos de la Zona Central.
Los Hechos:
El lunes cuando pase por un momento al río, observé un par de estos pescadores con unos señuelos de metal que seguro no lograrían pescar nada. Entonces pensé que era buena oportunidad de “evangelizar”. Lance mi mosca a los pies de ellos y obtuve una captura. Luego al liberarla uno de ellos se acerco y me dijo bonita pero la que saco mi compañero anoche era el doble de grande. A si supe toda la historia del final de esta trucha. Durante media hora converse con esta persona y le explique por que pesco con mosca y devuelvo todo lo que pesco, especialmente los ejemplares mas grandes.
No creo haber sacado mucho, pero lo hice en honor a Panchita y muchas otras truchas que sin duda morirán esta temporada a manos de pescadores indocumentados y con carnada viva.
También es lamentable que donde dan habitación y comida a estos “turistas” no les informes de la ley de pesca. No se han dado cuenta que este actuar atenta contra ellos mismos.
Mi mas sentido pésame para todos los que frecuentamos la cordillera de la Zona Central.
Suerte para todos esta temporada, que lo pasen mejor que yo.
Saludos