El lugar era hermoso muchos patos silvestres y mucho pejerrey pudimos apreciar ver saltar muchos pejes, alrededor de nosotros y los bueno es que estábamos con un gran pescador que nos pudo enseñar un poco de esta técnica del borbolo, que es difícil pero muy eficaz ala hora de aprenderla, les dejo algunas fotos.






Ese día tuve muchos pique séme soltó uno grandecito, mi compadre Sebastián saco un pejerrote y de la felicidad no lo quería soltar y al momento de soltarlo, el pejerreico no se quería ir de las manos de Seba se quedo por un buen rato a los pies de el... se hicieron grandes amigos jajajaja espero les aya gustado el reporte..