En cuantos lugares podríamos encontrar un paraíso para la pesca deportiva de truchas, que al otro lado de la cordillera. Solo cruzar la cordillera de los andes es un evento atractivo.
Resulta increíble estar pescando y ver pasar una bandada de gansos silvestres sobre nuestras cabezas.
Verse cara a cara con un jabalí o estar en un lugar tan apacible que podemos compartir el espacio con tímidos ciervos asilvestrados.
Que lanzando nuestra mosca contra la rivera de al frente observamos impávidos una pareja de patos, que no saben de malas intenciones humanas. Ven caer una y otra vez mi mosca a escasos dos metros de ellos y siguen disfrutando de los tibios rayos del sol sin la mas mínima duda de que todo esta bien.
Respirar aire fresco y al levantar la cabeza apreciar como los cóndores aprovechan los flujos de aire para inspeccionar la zona en busca de alimento.
Compartir las sendas ribereñas de los ríos con pumas, cada quien buscando lo suyo.
Ser saludados a nuestro paso por apacibles Guanacos juveniles.
Hacer nuevos amigos y albergar la esperanza que compartiremos una nueva jornada, visitar aquellos lugares que no alcanzamos o abordar la pesca con nuevas técnicas o equipos.
Y sobre la pesca? si es excelente, pero aveces podría ser secundario.
Todo eso es Argentina, Junín de los Andes, Neuquén.
Saludos
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