El destino, por definir. Punto de reunión, parcela de los papás de Seba a 30 minutos de Talca hacia la cordillera.
Salimos de Talca con mi amigo Cabezón Aguilera, más menos al medio día, no sin antes llenar literalmente un cooler con latas de cervezas, y algo poco para comer. Arribamos a la parcela y después de los saludos correspondientes, Seba plantea la genial idea de no salir de inmediato a pescar, sino hacer una asadito y pescar el Lircay en la tarde, ya que queda a no más de 20 minutos en auto.
Cervezas van, cervezas vienen, el asado en la parrilla, demostración de moscas, mentiras varias, cambio de línea por que el seba cortó la suya, yo le presto una bastante vieja y ordinaria la cual rechazaría días más tarde,… en fin, ya estábamos sentados en la mesa comiendo asado, tomando cerveza, cuando la adorable mamá del Seba nos dice…¿no se van a servir pastel de choclo?,… todos después de haber comido choripanes y asado hasta más no poder, respondimos con un contundente SÍ., a lo que el papá del Seba acompaña con otra linda pregunta ¿abrimos un vinito?,…..Confieso, yo ya no quería ir a pescar.
Después de unos minutos en auto, hablando puras cabezas de pescado, llegamos al río. Seba, pato, cabezón y yo…. o lo que quedaba de mí, pues como no tenía que manejar, me sacrifique con el vinito. Listos los pescadores y al río,..
Como de costumbre inicio con una mosca seca, me costaba un poco lanzar y no tenía resultados, miro a mi izquierda y Pato ya tenía su primera trucha pescada con una ninfa/emergente coipera,… tate, dije! No es con seca la cosa, miro hacia la derecha, el Cabezón con una trucha pescada con seca, y la misma que yo, pues yo se la di,.. Ahí me di cuenta que el problema era yo. No era mi día, y cuando no es mi día, NO es mi día.
Luego comencé a bajar pescando junto al Seba, el pescaba y yo trataba,.. cuando comenzaron a caer unas refrescantes gotas de unas inofensivas nubecitas. Como magia empecé a lograr capturas, unas 5 llevaba, muy por debajo de las 20 promedio entre los demás,.. no me preocupe, eran las 6 de la tarde y quedaba la mejor hora para remontar,.. pero un relámpago, seguido de un trueno y posteriormente un diluvio con granizada incluida, terminaron por aguarme la pesca. Una hora de lluvia continua enturbio el río y nos mojó hasta donde no pega el sol.
Ya refugiados en la Parcela, donde no calló una gota de agua, con un cielo despejado a las 7 1/2 de la tarde, lo único que quedaba era organizar la salida para el otro día, al mismo lugar y terminar lo iniciado.
El segundo día, los mismos pescadores, el mismo río, cielo despejado, pescando hasta ya no ver nada, muchas capturas,… pero lejos el primero, fue EL día para recordar.
Ahora unas fotos para amenizar, están mezcladas de los 2 días.
De izquierda a derecha, Pablo Aguilera (Cabezón), Seba Sanhueza (llownyen), Pato (Hno de llownyen) y yo (alejandro_lobos)
El Río Lircay
Pato y la primera de la tarde
Esta la pescó el Seba, pa variar
El iluminado
Tratando de meter la mosca debajo de las ramas
Te quedo super enfocado el fondo Seba,, jejjeej
Seba robándome una trucha
Poniéndole color!, ya se podían ver las gotas en las rocas
Fario
Pequeña pero saludable Arcoiris del Lircay, miren esa cola!
Y como dijera don Piedra,... "un poema de trucha"
Saludos!
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