Llegamos junto al estero un poco antes de las 09:00 AM. Estábamos completamente solos en el estero, puesto a que desde hace unos días que ya no dejan acampar de un día para otro en este lugar, cosa que celebramos mientras hacíamos ingreso a la Hacienda.
Rápidamente, Chino Mosquero y OB1 prepararon sus equipos, por mi parte a penas alcancé a sacar mis cosas del auto, no había tomado desayuno aún, así que me dediqué a observar las aguas del estero y ver como se movían mis compañeros de líneas en busca de las arcoiris que habitan estas transparentes aguas.
Durante mi observación, me dejé sorprender por mi entorno y hasta un viejo zorro quiso posar para mi cámara. Un repentino chisporroteo sobre la superficie del pozón que se encontraba en frente mío logró hacerme volver en sí y recordar que ellas serían las protagonistas de esta historia.
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Zorro del Covarrubias
Armé rápidamente mi equipo, la mosca escogida fue una adams atada en No. 20 para no alarmar estas pequeñas truchas, manteniendo una distancia prudente, realizo mi primer lanzamiento y ¡¡¡trucha!!!. Que bien, una pequeña, sana y combativa trucha esperaba al otro lado de mi línea para ser devuelta. En eso, lanzo mi línea unos metros mas arriba y repetía la misma historia….esto creo que no lo contaré dos veces….2 lances, 2 truchas…..eran poco menos de las 09:30 hrs. y yo ya podía volver en paz a mi casa.
Pero no fue así, estuvimos hasta como las 14:00 hrs. disfrutando las virtudes de este estero, OB1 por su parte, enfocó su pesca en los pozones más grandes, donde se podía realizar una difícil pesca a pez visto. En general el pique no era nada de fácil, las truchas se las arreglaban para escupir rápidamente nuestras moscas, había que estar muy atento para realizar una clavada delicada y certera.
Entre tanto, el Chino Mosquero era desafiado por una selectiva trucha, mi compañero no le daba tregua pese a que llevaba más de 20 minutos tirándole a aquella arcoiris...
.....pero la trucha era basta astuta....
.....después de un par de piques en vano logró ganar el duelo y la trucha había sido engañada......
.....y devuelta al agua.
Así transcurrió la tarde, varios piques, triunfos y derrotas, gratos momentos de buena camaradería, sin pescadores gusaneros ni nada que pudiera amargar el momento.
Una mañana muy agradable de pesca y buena compañía.
Saludos,
Jundiks
PD: Feliz Cumpleaños, Chino Mosquero.
