A su lado estaba una señora, pescando con un tarrito, una línea con más memoria que un elefante, unos nudos que daban susto, y un señuelo descolorido y oxidado.
El tipo se pone a pescar, con bastante poco éxito. La señora, cada tanto, sacaba truchón tras truchón.
A las dos horas, ya un poco tostado, el tipo se acerca a la señora, y transcurre el siguiente diálogo:
P: "Señora, buenos días. La he estado observando, y es impresionante su efectividad en la pesca, máxime con ese equipo tan poco "apropiado". Y míreme a mí, con todo lo mejor, y no he logrado pescar ninguna. Cuénteme ¿cómo diablos lo hace?"
S: "Muy simple po' señor. Cuando me despierto, le miro la cosa a mi marido. Si le apunta para la izquierda, me voy a la ribera izquierda. Si le apunta hacia la derecha, me voy a la orilla derecha"
P: "¿Y si la cosa de su marido apunta hacia arriba?"
S: "Aaaah, entonces no salgo ná a pescar po!"

OB1