Como era de esperarse, el Sábado 6 de Junio aparecieron puntualmente (los primeros a las 9:30 y los últimos como a las 12) todos los que habían amenazado con su presencia en el tan publicitado evento del tranque Carrizal.
Ahí estaban:
Donders, que de inmediato llamó la atención con su Team de choferes
Cristóbaltc con su padre, que demostraron ser el equipo padre-hijo que todos quisiéramos tener cuando crezcan nuestros retoños.
Mosqueado con su hermano y su sobrino, que resultó ser bastante sobrio, simpático y decente (nada que ver con su padrino, el lagarto angelino contaminado).
Los Mella, que llegaron con el tenedor en la mano, preguntando por el cordero.
Y finalmente los anfitriones, Jenaro “Chino Mosquero” y el Banja, infaltable héroe de todos los relatos de su padre, a quienes no se me ocurre como pelar, pero ¡Animo! Este relato recién está empezando, y ya se me ocurrirá algo.
Luego de las cervezas de rigor, siguieron la cerveza de la amistad, la cerveza de la buena suerte, la cerveza de…. Y tuvimos nuestro primer intento de acercamiento a las carpas de Carrizal, mientras unos las correteaban en bote, otros las espantábamos desde la orilla.
Resultado de ese primer encuentro: Las carpas ganan por goleada

Benjamín Benavides (al fondo) y Sebastián Mella (en primer plano), quien a pesar de estar estrenando wader respirable y zapatos de vadeo Nº 48, no logró impresionar a las carpas.
Lugo vino el almuerzo, en el que el Chino demostró que como parrillero y anfitrión, no tiene nada que envidiar a otros foreros que se han hecho célebres en estos menesteres, naturalmente acompañado de una muestra de los mostos de la zona y amenizado por las habituales “exageraciones” contadas por los pescadores presentes.
Luego del almuerzo, en materia de pesca se produjo lo que sería la tónica de los dos días que estaríamos en el lugar.
Algunos en bote y otros caminando por la orilla iniciamos la persecución de las esquivas carpas que por momentos hacía recordar a los antiguos balleneros de Nantucket cuando al grito de “¡Allá sopla!”, se desencadenaba una fiebre de actividad con carreras, lanzamiento de botes al agua y una frenética persecución del cetáceo. En este caso, cada vez que alguien veía círculos en el agua o escuchaba un chapoteo, se producía una carrera desenfrenada hacia el lugar de los hechos, en la que los más fuertes pasaban por encima de los más débiles. Si alguien caía era irremisiblemente pisoteado por la chusma que corría fuera de todo control hacia el lugar donde alguien “creía haber visto algo”.
Hacia el final de la tarde, mientras el hermano de Mosqueado expresaba su admiración por la forma de tirar del Chino, el Benja se convirtió en el héroe de la jornada, al capturar la primera carpa con una cadis, lo que de paso dio origen al rumor (luego desmentido) de que las fotos que el padre ha subido al foro, en realidad son el resultado de capturas del hijo.
Considerando que empezaba a anochecer, se suspendió la pesca, nos despedimos de Mosqueado y compañía que habían ido solo por el día, y que aprovecharon de llevarse a Donders, y nos reunimos en torno a la parrilla, para seguir elogiando las habilidades del Chino y disfrutar de una agradable tertulia a la que se incorporó un amigo escocés del anfitrión, don Jonny Walker, quien fue recibido con sinceras manifestaciones de alegría y nos acompañó hasta cerca de media noche.
Luego de despedirnos e irnos a dormir, no ocurrió lo que los peladores del foro habían predicho.
Efectivamente, como se había supuesto, fue difícil conciliar el sueño, pero la causa, contra todo pronóstico, fue el Benja, quien a propósito de los ronquidos de “no se quien” se reía tan fuerte que no dejaba dormir a nadie. Personalmente no entendí tanta hilaridad, porque lo que es yo, no sentí que nadie roncara.
El domingo, al levantarnos pudimos constatar que nuestros anfitriones nos habían abandonado y se encontraban en un bote al otro lado del embalse, contándonos al regreso que el Chino había logrado una captura, la que, no habiendo pruebas fotográficas, fue objeto de cuestionamiento de algunos mal pensados.
Mientras nos preparábamos a desayunar, nos enteramos de que lamentablemente el padre de Cristóbal era víctima de una fuerte jaqueca, producto de la visita de Jonny Walker, de las risas del Benja, o de ambas, por lo que el resto del día no pudimos contar con su presencia, volvió Donders, conducido por otra de sus choferes, y mientras terminábamos de dar cuenta de unas papas que habían quedado en las brazas la noche anterior y nos tomábamos el cafecito matinal veíamos como las carpas chapoteaban a unos metros de la orilla. Estando demasiado cómodos, decidimos que iríamos por ellas cuando estuvieran mas cerca.
Cuando nos armamos de valor para mover nuestros aporreados organismos hacia el embalse ya habían desaparecido, pudiendo apreciarse una que otra tomada. Sabíamos que la faena sería difícil, acostumbrados a las truchas, para la mayoría de nosotros las carpas eran una especie nueva (al menos con mosca). Resultaron ser muy asustadizas y poco voraces. Para que picaran era necesario dejar la mosca a pocos centímetros de ellas y con mucha delicadeza, para que no se asustaran.
Cerca de medio día, el Chino logró una captura de unos 30 centímetros con su ninfa monstruito regalona, la que fue devuelta tan rápidamente que no alcanzamos a sacar la foto del momento del triunfo, pero al menos tomamos un par que algo lo grafican.


Durante la sobremesa del almuerzo, respondiendo a los gritos despavoridos del Chino, corrimos nuevamente al embalse a tratar de pinchar alguna carpa de las que se asomaban a algunos metros de nosotros para burlarse de estos pescadores aficionados y desaparecer, luego de lo cual, debido a la jaqueca ya mencionada, los Tapia se retiraron, dejando al resto de los visitantes con la idea de que a lo mejor era prudente seguir el ejemplo. En ese momento se produjo mas o menos el siguiente diálogo:
Donders: Yo voy a desarmar y esperar que me vengan a buscar
Benja: parece que al otro lado del tranque anda una carpa
Mella: Dejémosla, ya está bueno, renunciemos por ahora, ¿No te parece Donders?....¿Donders?....¡¡Donders!!
Nadie contestó. El interpelado ya iba raudo en un bote a enfrentarse con la carpa, la que naturalmente se mofó de el, desapareciendo.

Está anocheciendo…pero Donders no renuncia.

Nótense los círculos dejados por una carpa burlona a pocos metros del Chino
…Y eso fue lo que pasó en Carrizal: Los Benavides dieron la cara por la comunidad de pescandoconmosca.cl, mientras los demás nos fuimos pensando en la posibilidad de iniciarnos en el negocio del calzado (todos salimos zapateros).
Al final quedan dos reflexiones:
Las carpas son peces realmente difíciles de engañar con una mosca (mucho mas que las truchas) y, al menos en lo personal, dejaron de ser una alternativa en época de veda, para convertirse en protagonistas de un nuevo desafío. Creo que tendría un par de cosas que decirle a quien opine que no son una especie realmente deportiva.
Lo otro, y para mí lo mas importante, se refiere a los participantes en este evento. Durante el viaje de regreso, Sebastián y yo comentábamos sobre la suerte que hemos tenido de conocer a personas con quienes es tan fácil convivir, y a quienes se les empieza a extrañar ya desde el momento de la despedida.
En lo personal, he tenido la suerte de participar en dos de los tres eventos que mas interés han captado en el foro, además de salir de pesca con otros foreros en aventuras de un día, y siempre he sido gratamente sorprendido.
Pido disculpas por no poder expresar en estas líneas el grato ambiente que compartimos y lo privilegiado que me siento por ser parte de esta comunidad.
Si para la próxima no hay pesca, no importa, igual voy
Gracias amigos…
Gracias Chino