Salimos de Puerto Varas 7:30 am, antes de las 8:00 ya estábamos con sobre el cata, listo, dispuesto y flotando en el rio, con las ansias y ganas de disfrutar del día de pesca, el cual pese a un clima amenazante pretendíamos disfrutar.
Solo habían pasado un par de minutos y metros cuando ya comenzaban los primeros piques de mi compañero y míos, sin que lográramos clavar las truchas, lo cual nos mantenía ansiosos y nos hacía mantener los lanzamientos entre los árboles y troncos que parecen emerger desde el fondo del rio.
Junto con caer las primeras gotas de lluvia, conseguimos clavar las primeras truchas, las que rápidamente fueron devueltas al rio, en muchos sectores, bastaba solo presentar los streamer y moverlos un par de veces para conseguir que las enérgicas truchas se colgaran de estos, iniciando buenas peleas para acercarlas al cata.
Pasado al medio día y como nos recomendó Alvaro, quien conoce a la perfección el rio, comimos, descansamos un rato los brazos y aprovechamos a vadear un poco en el único sector que actualmente presenta un nivel bajo de agua, dado que en estas fechas el rio parece aun estar desbordando de agua…ya habíamos pinchado un gran número de truchas de entre 500 grs a poco más de un kilo, por lo que Alvaro nos comenta que con clientes en días anteriores con moscas bien lastradas y dejándolas bajar más, habían logrado sacar varios truchones en los pozones que seguian, eso sono como un gran desafio , por lo que junto a mi compañero buscamos entre nuestras moscas y nos pusimos manos a la obra, en eso estábamos cuando siento un gran pique y corrida que me dejo helado, un gran destello y tirón y me quede con las ganas de poder quedarme con esa gran trucha.
Minutos después, conseguimos reivindicarnos y logramos subir un par de hermosas farios de los cuales quedaron un par de fotos, cuando el clima permitió desenfundar la cámara, ya que por momentos nos acompañaba la lluvia sureña.
A eso de las 18.00 hrs ya habíamos recorrido los primeros kilómetros del Maullin, por lo que salimos pasado el segundo puente a solo 2 kilómetros de Puerto Varas donde nos esperaba ya el vehículo, que nos devolvería a nuestras casas, cargados de energía, con unas sonrisas de oreja a oreja, luego de haber disfrutado de una excelente jornada llenos de piques y buena conversa.
Espero les guste el reporte, saludos desde Puerto Varas.
