
Con nostalgia recuerdo aquellos años donde el río Maullin estaba lleno de lindas truchas y salmones, donde en una flotada o un vadeo en la desembocadura del lago siempre traían gratas sorpresas... a veces si el día estaba lento, igual se premiaba con un buen Salar sacado desde el fondo.
Lo cierto es que ahora la realidad es otra. La falta de fiscalización, el abuso de los furtivos y la sobre explotación, hacen que el entorno sea más bien desolador incluso al ver los botes que hoy no van por las truchas, sino que por la madera que roban del río.
Con esta breve introducción, comienzo mi reporte de lo que fue en su momento un gran río.
7:30 AM
Bajando el Cataraft desde Llanquihue con dirección a Nueva Braunau.

Una vez flotando abajo del puente que cruza la carretera, el pique es lento pero de todos modos logró enganchar una pequeña trucha de unos 25cm en la orilla norte con una Zonker Verde Oliva. (Es que quien conoce el río sabe que las streamers verdes, y en general oscuras, son furor).

Acá uno que se le olvido como agarrar una trucha

11:00
Siguiendo con la bajada, ya son las 11:30 AM y el pique está lento. No se ve actividad en la superficie, ni tampoco se observan truchas en los pozones ni entre las algas.
12:30
Ya estoy casi convencido que estará difícil conseguir pique en las orillas. Ya pasando por el famoso rincón de los salares, la cosa tampoco dio resultado, por lo que intento realizar una técnica y pesca diferente.
14:00
Empiezo a tener resultados, enganchando 3 truchas en el fondo, con líneas de 200 grains y streamers, dandole tiempo para que la línea vaya al fondo, donde pareciera que se refugian las truchas y salmones que van quedando.

16:00
Ya se acaba la sección del río y voy acercándome a Nueva Braunau, el río va con mucho caudal y velocidad, pero de todos modos intento un último lanzamiento en dirección a una salida de agua de una piscicultura que está llegando al puente en la ladera sur. Lanzo bien a la orilla, y con el bote a toda velocidad en la corriente, le doy gran velocidad a mi mosca! Con la suerte alcanzó a enganchar una linda fario, de unos 50cm y bien alimentada.

Ufff! Que manera de terminar la jornada!
Sin duda el río es otro! La pesca está más difícil y los peces más escasos y pequeños. Sueño el día en que la autoridad ponga la mano firme y podamos reivindicar nuestras aguas.
Saludos
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