Una oscura historia de pesca...
Una oscura historia de pesca...
Desde que decidí iniciarme en el mundo de la pesca con mosca, todavía no he podido dominar el arte del casteo o “vuelo de la mosca”, aun cuando he visto todos los videos y he seguido todos los consejos de lo que he leído en miles de foros. He escuchado atentamente cada palabra de los vendedores de tiendas del ramo sobre cómo poner el brazo, cómo mover la caña, hacia dónde tengo que observar, tiempos entre cada movimiento, equilibrio del equipo, y un largo etcétera que hasta ahora sólo me habían llevado a intentos fallidos. Incluso me compre una brocha, para mojarla y ver si podía dominar de esa manera la técnica, lo curioso fue la cara del vendedor de la ferretería cuando al preguntarme qué tipo de brocha necesitaba, le respondí – da igual, la quiero para pescar – probablemente aún se pregunta qué clase de loco era yo.
Todas las noches repasaba en mi mente el movimiento, creo que incluso llegué a mover el brazo inconscientemente siguiendo los dibujos en el aire, hasta quedarme dormido. Mi primer pensamiento de la mañana era cuándo podría apartar un tiempo de mi ocupada agenda para escapar a algún potrero donde mover la lanita roja que tanto me habían recomendado, pero en esta selva de cemento, arrancarme a algún lugar con las características deseadas no era tan fácil, son las fiestas de fin de año y los cierres en el trabajo, tiempo, bendito tiempo, dónde te has quedado.
Un día de esos en que mi mente solo pensaba en la pesca con mosca, empecé a recordar mis inicios como pescador, en aquellos hermosos viajes a los ríos y lagos cordilleranos, y en las largas conversaciones con mi padre sobre cómo eran antes esos lugares y cómo el progreso de las represas y el turismo habían desvirtuado esos bellos parajes. Y entre tanto recuerdo, de pronto una historia volvió a mi mente, mi padre me había hablado de un lugar, en donde se encontraban viejos lobos de mar, hombres experimentados y curtidos por el viento y el polvo, y que se llenaban de historias de cómo habían dominado a grandes bestias de las aguas, punalkas les llaman por acá, tiempos gloriosos por supuesto, y de sus mejores técnicas y carnadas. Según yo, y de acuerdo a lo leído, el arte de la pesca con mosca es tan antiguo, que uno de esos viejos domadores debía conocerlo, dominarlo, y podría entregarme aquellos conocimientos que me conviertan en la leyenda que deseo ser.
Me dirigí a este lugar, ansioso, temeroso, pero decidido, me puse mi sombrero y un morral, cual viajero que va de paso. Entré, a nadie le importó, al menos unas 8 mesas con hombres sentados, conversando entre ellos, el lugar apenas estaba iluminado, podía ver que todos compartían algún brebaje en grandes jarras de metal, por la espuma en sus tupidas y largas barbas supuse que aquello era cerveza de barril. Solo murmullo en el aire, nadie reía, no había música, traté de sin éxito de distinguir alguna conversación, pero desde la entrada no lo iba a lograr, por tanto me acerqué a una barra y un hombre me dijo – ¿Busca algo? – Una cerveza - Contesté, no quise preguntar por marcas ni estilos, imaginé que un lugar así sólo tendría una opción, y fue eso mismo lo que me pusieron delante en el mismo tipo de jarrón que todos usaban. La probé, estaba tibia, pero no hice ningún gesto de desagrado, tal vez así les gusta allí, y mientras la bebía lentamente, miraba de reojo el lugar, algunos pilares de madera sin cepillar, paredes de roídas que alguna vez estuvieron pintadas, y allí colgados, algunos cuadros con fotografías de hombres posando con grandes peces colgados de su cola, de al menos unos 2 metros, en tono sepia para mí, pero probablemente no estaban retocadas o con algún filtro hipster de la actualidad, sino que ese era su color natural, o al menos el que quedaba después de tanto tiempo
Me acerque sin salir de la barra a una mesa donde había dos hombres, conversaban hace mucho rato, y algo podía escuchar. Me concentre lo más que pude, tal vez algún dato podría obtener, si no de la técnica, de algún lugar por ahí que todavía no esté muy recorrido y que en sus aguas naden libremente peces que sólo en historias de ciencia ficción se puedan relatar. Sin embargo, no hablaban de eso, tranquilamente y como si no fuera un secreto, hablaban de una forma, una manera, un modo de convertirse en el mejor pescador que pudiera existir – para lograrlo, debes arrebatarla, por la fuerza, sin miedo – decía uno de los hombres – no puede ser regalada ni prestada, la fuerza es lo esencial – seguía su relato – he visto novatos convertirse en los mejores pescadores, sólo haciendo esto, de un día para otro, es impresionante – que rabia, me había perdido la primera parte y no sabía de qué hablaba, hasta que de pronto – entonces, ¿debo arrebatarle la caña a un pescador experimentado, a la fuerza, y todo su conocimiento me será traspasado? – Preguntó el otro hombre, mientras el primero asentía seriamente y con seguridad, mientras yo sentía como mis pupilas se dilataban y mi corazón se aceleraba – ¡debo arrebatarle la caña a un pescador! - dije en voz alta y sin miedo, tomé mi morral, dejé un billete de 5 mil pesos en la barra y salí corriendo de allí, sabiendo que tal vez había encontrado el santo grial de los pescadores, aquel secreto tan bien guardado y el único necesario para convertirse en el mejor de los mejores.
Mientras conducía hacia mi casa, pensaba, quien será ese pescador experimentado a quien debo arrebatar su tan preciada caña, los he visto en videos, pero aun no conozco a ninguno en persona, pero al parecer todo estaba de mi lado, el universo confabulaba en mi favor, al mirar hacia el lado en mi recorrido veloz de retorno, vi aquel servicentro que sería mi salvación – aquí le robaron sus cosas a Simonuca – dije, e inmediatamente pensé que aquellos que le habían robado, no sabían del poder que se les había traspasado, y del cual yo me haría acreedor. Tenía que urdir un plan, sería mi propia cacería, a un grupo de ladrones sin honor, que me daría el tan preciado don, toda la experiencia de Simonuca sería traspasada a mí, todas sus horas de vuelo (con mosca) serían mías, además de vengar aquel desagradable momento para él, no lo conozco, pero me imagino que debe haber un código entre pescadores con mosca, y si no lo hay, al menos será el mío propio.
Me fui a mi casa, y pensé cómo puedo atraer a estos amigos de lo ajeno, pues bien, si computadores y cañas es lo que les gusta, eso mismo pondré en mi auto. Tengo un notebook con la tarjeta madre quemada, una cámara con el disparador suelto, y todas las cañas, carretes y señuelos de pesca tradicional que ya no utilizo. Dispuse todos los elementos sueltos en el asiento de atrás, a vista y paciencia de cualquier cristiano o moro que anduviera por el lugar. Listo y dispuesto, me dirigí a instalar mi carnada. Ya en el lugar, estacioné mi vehículo cual turista que pasa a comprar algo o a vaciar su vejiga, caminando con descuido y desgano hacia el baño. Apenas entré busque una ventana, salí por ella y di la vuelta al local justo detrás de unos arbustos que me daban una espectacular vista de mi pequeño todoterreno. Pasaron minutos y horas, nadie siquiera se acercaba a mirar, el flujo vehicular era alto y tal vez eso asustaba a estos ladronzuelos, saqué mi celular para mirar los mensajes y correos, cuando siento reventar un vidrio, y en un abrir y cerrar de ojos veo como un par de jóvenes corren con mis cosas alejándose del lugar – ¡maldita sea! – grito, y voy a ver si dejaron algo, para sorpresa mía, la caña más larga con el carrete montado con un grueso filamento, comprado todo para pescar un Chinook de al menos unos 40 kilos, había quedado atascada entre los asientos. La saco rápidamente, y en la punta un señuelo metálico con dos terribles filosos, pues bien, la empuñé, corrí tras los jóvenes, ellos advirtieron que los perseguía y saltaron unos cercos para correr por entre unos potreros abiertos. Tal vez por la adrenalina, pude quedar un poco más cerca de ellos y sin pensarlo les lancé el señuelo desde la caña sin dejar de correr, pensé en Poseidón, Neptuno, Nun, San Pedro, o cualquier deidad acuática que pudiera ayudarme, y fue así que pude enganchar la ropa del que iba más atrás, el cual con la tensión y el frenado, cae estrepitosamente hacia atrás, golpeando su cabeza, siendo abandonado por su compañero quien desaparecía de mi vista al no dejar de correr.
Al llegar donde él, le pongo mi rodilla sobre su pecho y le doblo una mano inmovilizándolo, recordando mis tiempos de taekwondo en la universidad, grita de dolor – ¡suéltame chuchetumare! - dice tiernamente, pero más lo aprieto con mi rodilla contra el piso – ¡tú robaste unos equipos de pesca, un computador y una cámara en este mismo lugar hace una semana! – le grito, casi escupiendo su cara, sin éxito, lo único que grita es que lo suelte, pero al doblar más su mano y del dolor, cede – yo no jui tío, se lo juro por mi mamita – dice descaradamente, no le creo –dime donde están las cosas – le sigo gritando – en mi casa tío, perdón tío, suélteme – lo dejo ponerse de pie, y sin soltar su brazo, le digo que vamos a su casa. Caminamos al menos una hora hasta llegar a la población donde vivía, sentí que en cualquier momento silbaría o pegaría un grito alertando a sus camaradas de armas, sin embargo, caminó en silencio, y yo miraba como se corrían las cortinas de las casas por donde pasábamos. Nadie salió, ya no estaba tan seguro de lo bueno de mi plan, tal vez entrar ahí había sido relativamente fácil… pero salir?. Ya nada importaba, ya estaba ahí, entramos en una casa que la puerta no era sino la entrada a un pasillo que conectaba decenas de piezas hacia el interior – aquí cagué – pensé, sin embargo el universo seguía de mi lado, y pude entrar a su pieza sin problemas. Allí, sobre una cama a mal traer, un sinfín de cosas, más de un computador, joyas, radios de vehículos, definitivamente no iba a saber cuál era el computador y cámara de Simonuca, pero la verdad, no me importaba eso, mi propio código de honor creado hace pocas horas se estaba yendo diluido por el deseo de obtener el objeto de mi deseo. Y ahí, apoyada en la pared, un tubo y una caja, caña y moscas, reconocible la forma en cualquier lugar. Sin dudarlo las tomé, empujé al joven lo más lejos que pude y salí corriendo, corrí más que cuando los perseguía, corrí más que cuando en el colegio me hacían dar el test de naveta, solo corrí por mi vida y por salir rápido de allí.
Estando ya en mi vehículo, puedo apreciar que es de noche, no noté cuándo ni cómo pasaron las horas, sólo deseo volver a mi casa para armar esta caña y recibir su poder. Conduzco abstraído de todo, de las luces, de los otros vehículos. Sin embargo al ver el rio Duqueco, me detengo, estoy poseído, tomo el tubo y camino apenas viendo hacia la orilla, abro el paquete, saco la caña de 4 tramos, la ensamblo cuidadosamente, preocupado de que quede perfectamente alineada, la empuño cual caballero toma su espada para enfrentar un ejército, y allí, con la luna apareciendo tras las nubes que se alejan, con mi sombra proyectada en el agua, siento como una fuerza recorre mis corpúsculos de Meissner directamente a mi corteza cerebral, torbellinos de conocimiento hacen fila por entrar a mi cerebro, hay imágenes, colores, formas, palabras, sonidos, olores, es un sinfín de información, siento que me voy a desmayar pero lo soporto. Miro el agua con otros ojos, puedo sentir las truchas rozando el fondo, esta es otra vida, es otro poder, respiro profundo y … (será hasta la próxima…..)
Todas las noches repasaba en mi mente el movimiento, creo que incluso llegué a mover el brazo inconscientemente siguiendo los dibujos en el aire, hasta quedarme dormido. Mi primer pensamiento de la mañana era cuándo podría apartar un tiempo de mi ocupada agenda para escapar a algún potrero donde mover la lanita roja que tanto me habían recomendado, pero en esta selva de cemento, arrancarme a algún lugar con las características deseadas no era tan fácil, son las fiestas de fin de año y los cierres en el trabajo, tiempo, bendito tiempo, dónde te has quedado.
Un día de esos en que mi mente solo pensaba en la pesca con mosca, empecé a recordar mis inicios como pescador, en aquellos hermosos viajes a los ríos y lagos cordilleranos, y en las largas conversaciones con mi padre sobre cómo eran antes esos lugares y cómo el progreso de las represas y el turismo habían desvirtuado esos bellos parajes. Y entre tanto recuerdo, de pronto una historia volvió a mi mente, mi padre me había hablado de un lugar, en donde se encontraban viejos lobos de mar, hombres experimentados y curtidos por el viento y el polvo, y que se llenaban de historias de cómo habían dominado a grandes bestias de las aguas, punalkas les llaman por acá, tiempos gloriosos por supuesto, y de sus mejores técnicas y carnadas. Según yo, y de acuerdo a lo leído, el arte de la pesca con mosca es tan antiguo, que uno de esos viejos domadores debía conocerlo, dominarlo, y podría entregarme aquellos conocimientos que me conviertan en la leyenda que deseo ser.
Me dirigí a este lugar, ansioso, temeroso, pero decidido, me puse mi sombrero y un morral, cual viajero que va de paso. Entré, a nadie le importó, al menos unas 8 mesas con hombres sentados, conversando entre ellos, el lugar apenas estaba iluminado, podía ver que todos compartían algún brebaje en grandes jarras de metal, por la espuma en sus tupidas y largas barbas supuse que aquello era cerveza de barril. Solo murmullo en el aire, nadie reía, no había música, traté de sin éxito de distinguir alguna conversación, pero desde la entrada no lo iba a lograr, por tanto me acerqué a una barra y un hombre me dijo – ¿Busca algo? – Una cerveza - Contesté, no quise preguntar por marcas ni estilos, imaginé que un lugar así sólo tendría una opción, y fue eso mismo lo que me pusieron delante en el mismo tipo de jarrón que todos usaban. La probé, estaba tibia, pero no hice ningún gesto de desagrado, tal vez así les gusta allí, y mientras la bebía lentamente, miraba de reojo el lugar, algunos pilares de madera sin cepillar, paredes de roídas que alguna vez estuvieron pintadas, y allí colgados, algunos cuadros con fotografías de hombres posando con grandes peces colgados de su cola, de al menos unos 2 metros, en tono sepia para mí, pero probablemente no estaban retocadas o con algún filtro hipster de la actualidad, sino que ese era su color natural, o al menos el que quedaba después de tanto tiempo
Me acerque sin salir de la barra a una mesa donde había dos hombres, conversaban hace mucho rato, y algo podía escuchar. Me concentre lo más que pude, tal vez algún dato podría obtener, si no de la técnica, de algún lugar por ahí que todavía no esté muy recorrido y que en sus aguas naden libremente peces que sólo en historias de ciencia ficción se puedan relatar. Sin embargo, no hablaban de eso, tranquilamente y como si no fuera un secreto, hablaban de una forma, una manera, un modo de convertirse en el mejor pescador que pudiera existir – para lograrlo, debes arrebatarla, por la fuerza, sin miedo – decía uno de los hombres – no puede ser regalada ni prestada, la fuerza es lo esencial – seguía su relato – he visto novatos convertirse en los mejores pescadores, sólo haciendo esto, de un día para otro, es impresionante – que rabia, me había perdido la primera parte y no sabía de qué hablaba, hasta que de pronto – entonces, ¿debo arrebatarle la caña a un pescador experimentado, a la fuerza, y todo su conocimiento me será traspasado? – Preguntó el otro hombre, mientras el primero asentía seriamente y con seguridad, mientras yo sentía como mis pupilas se dilataban y mi corazón se aceleraba – ¡debo arrebatarle la caña a un pescador! - dije en voz alta y sin miedo, tomé mi morral, dejé un billete de 5 mil pesos en la barra y salí corriendo de allí, sabiendo que tal vez había encontrado el santo grial de los pescadores, aquel secreto tan bien guardado y el único necesario para convertirse en el mejor de los mejores.
Mientras conducía hacia mi casa, pensaba, quien será ese pescador experimentado a quien debo arrebatar su tan preciada caña, los he visto en videos, pero aun no conozco a ninguno en persona, pero al parecer todo estaba de mi lado, el universo confabulaba en mi favor, al mirar hacia el lado en mi recorrido veloz de retorno, vi aquel servicentro que sería mi salvación – aquí le robaron sus cosas a Simonuca – dije, e inmediatamente pensé que aquellos que le habían robado, no sabían del poder que se les había traspasado, y del cual yo me haría acreedor. Tenía que urdir un plan, sería mi propia cacería, a un grupo de ladrones sin honor, que me daría el tan preciado don, toda la experiencia de Simonuca sería traspasada a mí, todas sus horas de vuelo (con mosca) serían mías, además de vengar aquel desagradable momento para él, no lo conozco, pero me imagino que debe haber un código entre pescadores con mosca, y si no lo hay, al menos será el mío propio.
Me fui a mi casa, y pensé cómo puedo atraer a estos amigos de lo ajeno, pues bien, si computadores y cañas es lo que les gusta, eso mismo pondré en mi auto. Tengo un notebook con la tarjeta madre quemada, una cámara con el disparador suelto, y todas las cañas, carretes y señuelos de pesca tradicional que ya no utilizo. Dispuse todos los elementos sueltos en el asiento de atrás, a vista y paciencia de cualquier cristiano o moro que anduviera por el lugar. Listo y dispuesto, me dirigí a instalar mi carnada. Ya en el lugar, estacioné mi vehículo cual turista que pasa a comprar algo o a vaciar su vejiga, caminando con descuido y desgano hacia el baño. Apenas entré busque una ventana, salí por ella y di la vuelta al local justo detrás de unos arbustos que me daban una espectacular vista de mi pequeño todoterreno. Pasaron minutos y horas, nadie siquiera se acercaba a mirar, el flujo vehicular era alto y tal vez eso asustaba a estos ladronzuelos, saqué mi celular para mirar los mensajes y correos, cuando siento reventar un vidrio, y en un abrir y cerrar de ojos veo como un par de jóvenes corren con mis cosas alejándose del lugar – ¡maldita sea! – grito, y voy a ver si dejaron algo, para sorpresa mía, la caña más larga con el carrete montado con un grueso filamento, comprado todo para pescar un Chinook de al menos unos 40 kilos, había quedado atascada entre los asientos. La saco rápidamente, y en la punta un señuelo metálico con dos terribles filosos, pues bien, la empuñé, corrí tras los jóvenes, ellos advirtieron que los perseguía y saltaron unos cercos para correr por entre unos potreros abiertos. Tal vez por la adrenalina, pude quedar un poco más cerca de ellos y sin pensarlo les lancé el señuelo desde la caña sin dejar de correr, pensé en Poseidón, Neptuno, Nun, San Pedro, o cualquier deidad acuática que pudiera ayudarme, y fue así que pude enganchar la ropa del que iba más atrás, el cual con la tensión y el frenado, cae estrepitosamente hacia atrás, golpeando su cabeza, siendo abandonado por su compañero quien desaparecía de mi vista al no dejar de correr.
Al llegar donde él, le pongo mi rodilla sobre su pecho y le doblo una mano inmovilizándolo, recordando mis tiempos de taekwondo en la universidad, grita de dolor – ¡suéltame chuchetumare! - dice tiernamente, pero más lo aprieto con mi rodilla contra el piso – ¡tú robaste unos equipos de pesca, un computador y una cámara en este mismo lugar hace una semana! – le grito, casi escupiendo su cara, sin éxito, lo único que grita es que lo suelte, pero al doblar más su mano y del dolor, cede – yo no jui tío, se lo juro por mi mamita – dice descaradamente, no le creo –dime donde están las cosas – le sigo gritando – en mi casa tío, perdón tío, suélteme – lo dejo ponerse de pie, y sin soltar su brazo, le digo que vamos a su casa. Caminamos al menos una hora hasta llegar a la población donde vivía, sentí que en cualquier momento silbaría o pegaría un grito alertando a sus camaradas de armas, sin embargo, caminó en silencio, y yo miraba como se corrían las cortinas de las casas por donde pasábamos. Nadie salió, ya no estaba tan seguro de lo bueno de mi plan, tal vez entrar ahí había sido relativamente fácil… pero salir?. Ya nada importaba, ya estaba ahí, entramos en una casa que la puerta no era sino la entrada a un pasillo que conectaba decenas de piezas hacia el interior – aquí cagué – pensé, sin embargo el universo seguía de mi lado, y pude entrar a su pieza sin problemas. Allí, sobre una cama a mal traer, un sinfín de cosas, más de un computador, joyas, radios de vehículos, definitivamente no iba a saber cuál era el computador y cámara de Simonuca, pero la verdad, no me importaba eso, mi propio código de honor creado hace pocas horas se estaba yendo diluido por el deseo de obtener el objeto de mi deseo. Y ahí, apoyada en la pared, un tubo y una caja, caña y moscas, reconocible la forma en cualquier lugar. Sin dudarlo las tomé, empujé al joven lo más lejos que pude y salí corriendo, corrí más que cuando los perseguía, corrí más que cuando en el colegio me hacían dar el test de naveta, solo corrí por mi vida y por salir rápido de allí.
Estando ya en mi vehículo, puedo apreciar que es de noche, no noté cuándo ni cómo pasaron las horas, sólo deseo volver a mi casa para armar esta caña y recibir su poder. Conduzco abstraído de todo, de las luces, de los otros vehículos. Sin embargo al ver el rio Duqueco, me detengo, estoy poseído, tomo el tubo y camino apenas viendo hacia la orilla, abro el paquete, saco la caña de 4 tramos, la ensamblo cuidadosamente, preocupado de que quede perfectamente alineada, la empuño cual caballero toma su espada para enfrentar un ejército, y allí, con la luna apareciendo tras las nubes que se alejan, con mi sombra proyectada en el agua, siento como una fuerza recorre mis corpúsculos de Meissner directamente a mi corteza cerebral, torbellinos de conocimiento hacen fila por entrar a mi cerebro, hay imágenes, colores, formas, palabras, sonidos, olores, es un sinfín de información, siento que me voy a desmayar pero lo soporto. Miro el agua con otros ojos, puedo sentir las truchas rozando el fondo, esta es otra vida, es otro poder, respiro profundo y … (será hasta la próxima…..)
Re: Una oscura historia de pesca...
Muy bueno el relato quedo a la expectativa de la continuación,
-
- Super Moderador
- Posts: 6581
- Joined: 22 Nov 2007, 19:45
- Real Name: Simon Zlachevsky
- Location: Puerto Varas
- Contact:
Re: Una oscura historia de pesca...
Buena!!! Casi me quedo arriba del bus leyendo la historia.
Sent from my Zinclair ZX81
Sent from my Zinclair ZX81
Re: Una oscura historia de pesca...
Muy buena historia
- hardc0lic0o0
- Mosquero Iniciado
- Posts: 118
- Joined: 15 Jun 2014, 07:45
- Real Name: Eduardo
- Contact:
Re: Una oscura historia de pesca...
no pude parar de leer!! buena buena historia!
- ftrewhela
- Mosquero Intermedio
- Posts: 352
- Joined: 05 Apr 2010, 08:53
- Real Name: Francisco Trewhela Jensen
- Location: Región de La Araucanía
- Contact:
Re: Una oscura historia de pesca...
excelente! sin una trucha en la mano, ya eres un gran mosquero!!
la mentira mas creativa....hace al mejor pescador...
- TARZAN
- Mosquero Fino
- Posts: 1739
- Joined: 27 Aug 2009, 17:08
- Real Name: Carlos Ramirez W.
- Location: OSORNO CHILE
Re: Una oscura historia de pesca...
Que wena , me preguntaba de cual estabas fumando.
Un abrazo.
Un abrazo.
EL ARTE DE LA PESCA CONSISTE EN DESPOJARSE DE TODA PRISA
- Mauricio Tellez
- Mosquero Avanzado
- Posts: 1187
- Joined: 26 Nov 2007, 14:10
- Real Name: Mauricio Tellez
- Location: San Jose de la Mariquina (Region de los Rios)
Re: Una oscura historia de pesca...
notable!!!
atento a la parte 2 y las demas!
atento a la parte 2 y las demas!
Interpretando Rises!!
-
- Ferretero
- Posts: 26
- Joined: 09 Feb 2016, 22:22
- Real Name: Jose Gutierrez Maldonado
Re: Una oscura historia de pesca...
Espcalcular y atrapante relató compañero!!
Quien no ha pensado alguna forma de saltar los días de frustración y de errores... pero en fin ese doloroso proceso termina siendo razón de orgullo para cada uno de nosotros...
Quien no ha pensado alguna forma de saltar los días de frustración y de errores... pero en fin ese doloroso proceso termina siendo razón de orgullo para cada uno de nosotros...
-
- Ferretero
- Posts: 12
- Joined: 30 Mar 2012, 00:48
- Real Name: patricio fernandez
- Location: La Calera
Re: Una oscura historia de pesca...
Excelente relato..... a esperar atento la continuación de la historia y cuales fueron los poderes adquiridos....
.....gusanero de la zona central.....
- negrocaster
- Mosquero Intermedio
- Posts: 468
- Joined: 19 Oct 2010, 19:15
- Real Name: Jorge Fernández
- Location: Los Andes
Re: Una oscura historia de pesca...
Que notable, felicidades por la motivación.
Espero atento la continuación.
Espero atento la continuación.
Dry or Die !!!
-
- Mosquero Iniciado
- Posts: 124
- Joined: 21 Jun 2008, 18:13
- Real Name: Ernesto Fuentes
- Location: San Fernando
Re: Una oscura historia de pesca...
Se paso, que gran historia, y eso que no ha terminado, estoy atento a la continuación.
Muchas gracias
Muchas gracias
- Mr. Mota
- Mosquero Avanzado
- Posts: 1053
- Joined: 24 Nov 2009, 22:39
- Real Name: Magnánimo Sr. González.
- Location: Ahí, cerquita del agua, en la orilla.
Re: Una oscura historia de pesca...
Que buena historia !
Pinpon es una alpargata
Enviado desde mi SM-G920I mediante Tapatalk
Pinpon es una alpargata
Enviado desde mi SM-G920I mediante Tapatalk
Día de pesca ideal: Conversación, Asado, Siesta....y si sobra tiempo....Pescar!
Para fanatismos, no cuenten conmigo.
Para fanatismos, no cuenten conmigo.
Re: Una oscura historia de pesca...
Jaja notable, por momentos me mente me hacía recordar los libros de la media.
Atento a las 2da parte
Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk
Atento a las 2da parte
Enviado desde mi iPhone utilizando Tapatalk
- SONIA
- Mosquero Avanzado
- Posts: 859
- Joined: 03 Oct 2010, 13:59
- Real Name: Sonia Salazar Villarroel
- Location: Chillan, cuna de heroes, poetas, artístas y una pescadora
Re: Una oscura historia de pesca...
N O T A B L E...¡¡¡¡¡
Cristobal, te pasaste, alucinante relato....
Creo que ya tiene el poder...
saludos
Sonia
"...el rio y la montaña me hacen muy feliz..."
- Gaushito
- Moderador
- Posts: 4177
- Joined: 12 Mar 2010, 22:58
- Real Name: David Alvarez
- Location: En el Rio
Re: Una oscura historia de pesca...
Muy buena.....Simon!!!! ahora ruega que te devuelvan la caña con toda la sabiduria adquirida
...Soy Potro Que No Se Junta Con Los Domaos A Palenque...
-
- Mosquero Avanzado
- Posts: 618
- Joined: 27 Oct 2011, 11:49
- Real Name: Juan Christian Roa V.-
- Location: Concepcion
Re: Una oscura historia de pesca...
Las Cagastes amigo me metí en el relato ... esa historia y ademas de los personajes y lugares la hacen mas alucinante ....
Mota tiene razón PinPon una alpargata .....
Gauchito igual tiene razón Simon el mas interesado ....
Muy buena historia atento a la continuación......
Mota tiene razón PinPon una alpargata .....
Gauchito igual tiene razón Simon el mas interesado ....
Muy buena historia atento a la continuación......
- CuerVoX
- Mosquero Iniciado
- Posts: 166
- Joined: 09 Nov 2010, 13:49
- Real Name: Alejandro Villalón H.
- Location: Loncoche, IX Región.
Re: Una oscura historia de pesca...
NOTABLE!, el alumno en práctica sentado frente a mi escritorio me miraba con cara extraña, al darme cuenta y preguntar el porqué me dijo que yo no paraba de reír mirando el computador... y ni siquiera me di cuenta de lo mismo!.
¿Alguien se imaginó y comparó una escena de Dragon Ball en una de sus tantas transformaciones, al momento de que nuestro "héroe" toma la caña en su mano?
Quedo a la espera de las partes que falten, saludos...!!
¿Alguien se imaginó y comparó una escena de Dragon Ball en una de sus tantas transformaciones, al momento de que nuestro "héroe" toma la caña en su mano?
Quedo a la espera de las partes que falten, saludos...!!
Re: Una oscura historia de pesca...
Me demoré... pero llegó la segunda parte... de varias :)
http://www.pescandoconmosca.cl/foro/vie ... 78#p150378
http://www.pescandoconmosca.cl/foro/vie ... 78#p150378