Llegamos a Puerto Poncho ubicado en la ribera del lago , luego de un largo viaje en bus desde Osorno por un camino polvoriento como pocos pero muy bello, me fui buena parte del viaje hablando con un lugareño y su esposa, me contaba varias historias típicas del campo, eso me acortó bastante el trayecto, hacía calor y el susodicho polvo fino se colaba al interior del bus, eso me recordaba cuando con mi familia íbamos desde San Clemente hacia Armerillo cuando todo eran caminos de tierra hace 11 años , que bellos lugares son esos del Maule hacia arriba en la séptima región.
En Puerto Poncho tomamos la barcaza hacia Gaviotas, extraordinario, antes solamente me había subido a algún bote paseando por la bahía de Valparaíso entremedio de los buques de guerra y de los barcos (también lo hice en San Antonio), había solcito, todos disfrutando de la vista maravillosa del lago en la cubierta. La barcaza pasaba a dejar a todos los lugareños en cada muelle como si fuera un taxi acuático.
Tremendas casas se descolgaban de las laderas todas con vista al lago, pensaba que hay que tener muchas lucas para poder tener una casa así, claramente allí vivía el jet set de la zona.
En una de esas paradas en una playa había 2 bellezas tomando sol en bikini, Fernando las miraba con mis binoculares desde la barcaza y las niñas se rieron al darse cuenta. Todo era tan agradable en el trayecto.
Llegamos a Gaviotas, Raúl ya nos había alentado diciendo que semanas antes César González y Esteban Navarro (ambos compañeros de nosotros de muchas aventuras acá en la bella zona central) se habían hecho el pino sacando chinooks, arcoíris y marrones (hasta anádromas) de grandes tallas en la boca del Gaviotas. Alojamos en una cabaña muy hermosa con vista al lago, para mí era un sueño hecho realidad.
Durante la tarde misma probamos suerte en la boca del rio y aguas arriba, no nos fue bien, al principio me picaron hambrientos llaveros de chinooks y después tuve 1 buen pique que me sacó la mosca seca del tippet, que rabia!! (Si, fiel a mi estilo me apliqué con seca en la tarde ya que había una bella eclosión).
De vuelta en la boca misma no tuvimos ningún pique, los lugareños nos decían que mientras no lloviera y subiera de nivel el rio las pelotas de rugby, los bocas negras y Moby dick no se moverían del fondo del lago. En la noche nos castigamos comiendo de lo lindo puré con pollo arvejado, un verdadero néctar de los Dioses griegos, que manera de comer y todo tan rico, allá en el sur todo tenía un sabor extraordinario, acá en la capitale comemos muy mal y las comidas no quedan tan buenas. Y pensar que en mi casa mis familiares pensaban que yo estaría muriéndome de hambre en el sur puro acampando y yéndome por el alambre varios días.
Al otro día partimos por atrás de la residencial hacia la parte más alta del rio Gaviotas, con la idea de bajar nuevamente hasta el lago siguiendo el rio aguas abajo. Un paisaje de ensueño, picaban arcoíris tamaño Coyanco de una coloración verdosa clara muy a tono con el fondo del rio, el cual era de rocas graníticas claras , lo que le daba un tono bastante luminoso al fondo del rio , sentíamos estar pescando en Nueva Zelanda ignorantemente, sin saber que en Chile también hay cursos de agua parecidos.

Posando en la selva


Caña en alto como dicen los libros
Los martines pescadores se paseaban dando un bello espectáculo, un perro nos siguió durante todo el día, en un momento el perro se encontró 1 tercio de Chinook hembra muerto en el rio, lo trasladó con fuerza y se lo comió en los arbustos. Después llegó feliz al lado nuestro rozándose los dientes en las plantas como lavándose los dientes, seguramente se cacheteó de lo lindo con la rosada carne del salmón.
Ya terminada la jornada estábamos cansados y defraudados en parte por el poco calibre de nuestras capturas tomando en cuenta los tremendos y bellos pozones que tiene el rio.
Al otro día coordinamos una subida a una bella laguna distante a 2 horas del algo: la laguna de Los Quetros. Se trataba de una medida desesperada, una treta de poca monta para cambiar nuestra mala suerte con los truchones, nos decían que en la laguna salían de kilo y medio máximo pero el pique era constante, allá partimos.
La subida a caballo fue por parajes muy bellos de la selva del sur, los caballos subían y subían con nuestro joven guía quien iba a pata al lado de nosotros, estaba acostumbrado.

Billy The Kid

Los Pincheira
Ya llegando a la laguna en una empinada bajada había una roca mojada y unos troncos sueltos donde debían pasar los caballos, no nos bajamos de ellos (grave error). Raúl se tira primero y…para que vamos a decir una cosa por otra, el caballo resbala y casi manda al patio de los callados a nuestro compañero, quien se aferró al pescuezo del equino como si fuera su última opción de seguir con vida…y lo parecía. El caballo de milagro no se calló arriba de el. Después bajamos Fernando y yo encomendándonos a los dioses de la pesca y de los foros y no nos pasó nada. Típico, pensamos “debimos habernos bajado de los caballos antes de casi matarnos” es así como Raúl Ramírez casi se convierte en nuestro mártir del fly.
Acá el video para que se deleiten aunque nuestro guía no enfocó la parte peak del momento:
https://www.youtube.com/watch?v=Yfhu33IP2-w
Luego de superado el impass llegamos a la orilla de la laguna, un paisaje de ensueño, sublime, un verdadero cuadro pintado por las acuarelas del creador en una tarde inspirada como pocas (tremenda frase que me acabo de mandar). Un verdadero paraje digno de los capítulos de FlycastAmérica.


Comenzamos con nuestros primeros lances y nuestro guía Diego, quién comenzaba en las artes de la pesca con mosca, se manda la primera truchita del día tamaño coyanco.
Raúl se va por una orilla prometedora y comienza a ver las truchas, casteamos y los primeros piques no se hacen esperar, a pura seca como dicen los libros nos aplicamos, aunque acá el estilo purista se va un poco a las pailas ya que se tiende a poner imitaciones grandes de matapiojos o cualquier engendro que tenga foam o goma eva en mi caso que soy más amigo de la economía por el mismo resultado. Extraordinario los piques, bellas arcoíris bien pintadas, como típicamente es el fenotipo en lagunas fértiles de altura con abundantes camas de algas salían constantemente. De pronto siento un pique con fuerza, clavo y una bella arcoíris de un poco más de kilo me da el champion del día y por fin también logro la inmunidad del reality.

El champion de la tarde
Espectacular pesca, nos sacamos los balazos de las jornadas anteriores, un verdadero sueño del mosquero con seca, y eso que nos perdimos la mañana y la tarde al pescar las horas centrales del día. Las nubes nos asustaron un poco y anticiparon nuestra vuelta.
Se puede decir que por fin me acomodé a las canchas del sur, no del todo pero salí triunfante por momentos, mi mano me dolía por el peso de la caña #5 y castear con un equipo tan heavy.
Me subo al caballo y siento que algo pasará en el viaje de vuelta a la cabaña, mi sexto sentido arácnido clava una duda en mi mente y no me deja tranquilo, tal vez por la casi caída de Raúl al llegar. Mi caballo se atrasa un poco, no me gustaba guasquearlo mucho ya que siempre odié ver los tratos que les dan en el campo a los animales de carga. Bueno, la cosa es que en una bajada algo empinada el equino donde iba le da por correr como perseguido por el demonio, vi mi vida licenciosa y mis parientes pasar por mi mente en 3 segundos, inconscientemente me aferré al animal como di Caprio agarrado al pedazo de tabla flotante después de naufragar el Titanic, de terror, quedé blanco, apliqué freno de mano y el caballo algo me hizo caso , los frenos ABS no respondieron mucho, nuestro guía lo agarró de las riendas a la pasada y tampoco quería tranquilizarse el corcel del demonio en el cual iba montado, por fin para y logro bajarme, fantasilandia fue una alpargata china al lado de lo que viví. Los que saben decían que es difícil que el caballo se caiga por sí solo pero…….si me caía del caballo a esa velocidad también me habría ido al patio de los callados y habría sido el segundo mártir del foro en menos de 1 día, sin considerar que habrían tenido que contratar a quienes rescataron a los mineros, para recuperar mi humanidad perdida en las profundidades de un mar de coligues.
Y llegamos por fin a nuestra cabaña, sin tomar en cuenta que casi 2 de nosotros mueren, no pasó nada más grave ajjajaa.
Al otro día emprendemos nuestra retirada y fin de la travesía, en bote nos llevan de vuelta a Puerto Poncho pero el lago, como nunca durante nuestra estadía se comporta pésimo y el agua comienza a picarse, resultado: todos empapados por el agua que salpicaba. Al llegar Fernando se cambia hasta los calzoncillos mojados cerca del bus sin darse cuenta que ya había harta gente arriba de éste mirando todo el espectáculo desde arriba . Notable.
De vuelta en Osorno nos separamos, por mi parte me fui a Cobquecura por 4 días donde unos familiares antes de llegar a Santiago, todo cargado llegué a la capital 1 hora antes de entrar a la pega, así nomás. Aún ando con depre y nostalgia del sur, prometo irme a trabajar allá antes que muera.
Así es como llegamos a nuestro fin, el término de nuestra travesía por el sur, la más larga y fantástica salida que me he mandado de pesca, fue genial y espero repetirla este próximo febrero si logro juntar lucas.
La logística de pesca estuvo en deuda, pudo ser el clima, la luna, aguas técnicas, etc. pero la logística de alimentación fue de lo mejor, que manera de cachetearnos en cuanto pueblo visitamos, sabores deliciosos del sur pasaron por nuestro paladar constantemente. Así da gusto veranear.
Saludos a todos quienes conocimos en el sur desde esta humiRde plataforma virtual y disculpen las pocas fotos, no llevé cámara, solo subo las que me llegaron y algunas que saqué con mi ladrillo.
Nos vemos y saludos a Prat quien me dijo que se reía mucho leyendo estos reportes.