Buenas noches, el fin de semana pasado fui con mi familia (Abuela, padres, tíos hermanos, primos) a visitar una familia amiga que vive en un lejano campo de la región de Aysén, llegamos tarde, tipo 11 de la noche y solo nos pillamos a la autoridad máxima, una abuelita de 86 años, estaba sola, ahí en una casita en la mitad de la montaña, sin luz ni agua potable (esto solo es un decir porque el agua que tomamos del río no tiene nada que envidiar a la mejor agua envasada), por cuestiones del trabajo de campo sus hijos habían tenido que salir a la ciudad y a ver animales por otros lugares mas lejanos, en todo caso no es algo por lo que preocuparse, ella también tiene casa aquí en Coyhaique pero prefiere el campo, tiene una salud y vigor envidiable, mis padres con 30 años menos no podían seguirle el paso en una caminata, yo la veía casi como al maestro yoda, es pequeñita, jajaja. Bueno, volviendo a la pesca, el viernes con mi hermano pescamos un río pequeño, sacamos varias truchitas pequeñas con ninfas, lo mejor fue que encontramos un pozon hermoso y veíamos unas truchas tremendas, así al ojo y considerando que estaban lejos de nosotros en profundidad y distancia se veían muy grandes, contamos 8, pero no teníamos como llegar donde estaban porque teníamos ramas por todos lados y además se nos oscureció, eran alrededor de las 22:00 y había que retomar viaje. Ya en el campo donde nos dirigíamos, salimos con mi hermano y hermana al otro día (sábado) a pescar, a las 9 de la mañana y volvimos a las 7:30 de la tarde, la pesca estuvo espectacular, no tanto en tamaño, pero si en cantidad, paisajes, y por sobre todo el río, era un río de aguas totalmente transparentes, todo el tiempo veíamos las truchas, si no las veíamos antes de lanzarles una mosca las veíamos cuando salían a tomarla, no tengo palabras para describir las sensaciones del momento pero habían ocasiones en que tiraba mi Woolly y veía a la trucha como seguía mi mosca durante 10 metros y picaba casi al llegar a la orilla, a veces no era una la que me seguía eran 3 o 4, a mi hermano le paso algo mas fantastico aun, nunca lo había visto, con una ninfa pequeñita venia sacando una trucha como de 5 cm y salio una trucha grande a comerse la truchita que tenia en el anzuelo, no la alcanzo a morder eso si, yo creo que nos vio o se asusto con el grito que yo pegue de alegría al ver esto. En fin, fueron muchas truchas, yo no se cuantas saqué, mi hermano perdió la cuenta cuando el iba en 15, pescamos en lugares en los que prácticamente nadie pesca, en todo el paseo no encontramos ni un rastro humano, ni una bolsa de plástico, ni un poco de lianza en la orilla, ninguna colilla, absolutamente nada de basura, puro monte y río, caminamos mas que mormones, parecíamos visones entrando y saliendo del agua, tuvimos suerte que el río venia bajo y podíamos caminar por la orilla donde normalmente hay agua, pero también habían muchas ocasiones donde había que entrar al monte y pelear con las ramas. Yo había visitado este río hace 15 años atrás cuando tenia 13 años, solo tenia algunos recuerdos, de unos pozones, de las aguas cristalinas, y de mi padre sacando truchas con spinner, el día antes pensando con que podía pescar me hice una Woolly bugger con patas de goma, y con esa pesqué todo el día, después ya en la tarde viendo que mi hermano estaba teniendo mas éxito puse una chala, andaban muchas cantarias, así que no había donde perderse, aunque usamos unas pequeñas resultaron ser muy efectivas. Habían momentos en que los 3 (mi hermano, mi hermana y yo) teníamos una trucha en nuestras líneas, nos mandamos varias capturas simultaneas. A eso de las 5 ya empezamos a retornar, habíamos caminado río arriba desde las 9 de la mañana y la parte final había que hacerla por una huella en el monte, en todo caso pescando no fue mucho lo que avanzamos porque solo nos demoramos 2 horas y media en volver y eso que igual pasamos pescando en algunos pozones, pero teníamos miedo de que se nos oscureciera justo en la parte que había que caminar por el monte y no pudiéramos encontrar la huella, al final llegamos con casi 2 horas de luz de ventaja donde estaba el resto de la familia cansadísimos y con un tremendo diente. Como no llegamos con ninguna trucha nos hicieron tremendo bullying, incluso se llegó a poner desagradable la situación. Simplemente, hay gente que no puede entender que alguien libere una captura. El dia domingo pescamos un par de horas río abajo, ya se veia mas rastros de humanos y la pesca era equivalente a esto, yo no saque ninguna, mi hermana menos y mi hermano sacó como 6 pero todas pequeñas. Les comparto las fotos del dia Sabado, fueron tomadas con celular pero igual salvan.
A esta trucha le hice zoom en la foto para mostrarles que venia una mandibula de cantaria asomando por el ano.
Y estas fueron las reinas de la jornada.
Me despido por ahora, un gusto.