Les escribo para contarles de un paseo de pesca que hicimos hace un par de semanas junto a mi hermano, su polola y mi primo.
Nos levantamos temprano y ya a las 8 estábamos empezando nuestra caminata a la zona de pesca. Caminamos un par de horas hasta que pudimos llegar al río.
El primer río venía cristalino y con poca agua, las pequeñas truchitas se veían al picar. El segundo río, venía un tanto turbio (no mucho) y algo más correntoso que el anterior. Bajamos el río pescando los posones que se formaban y enganchando varias truchas en nuestro descenso.
Tres perros (un pastor alemán cachorro y dos quilterrier casi recién nacidos) nos habían seguido desde que partimos la caminata y como nos habíamos encariñado con ellos no los podíamos dejar botados llorando al otro lado del río cada vez que lo cruzábamos. Así nos la pasamos acarreando perros de un lado para otro y riéndonos con sus zambullidas y nado temerario.
Luego de una breve detención a comer y descansar proseguimos nuestro descenso. Me detuve en un posón muy lindo que tenía toda la pinta de guardar algún trofeo. Luego de varios lances, una fuerte picada se siente en mi caña y una monstruosidad de trucha (para la zona) salta y corre dentro del posón. Luego de un par de minutos y rezando por que el tippet 6X no se cortara logro agarrarla y sacarle las fotos correspondientes.
Luego de las fotos fue devuelta hacia las profundidades del posón.
Todavía quedan lindas truchas en la zona central, basta caminar y hacer el esfuerzo de buscarlas a donde la gente no llega. Espero les gusten las fotos y el relato. Saludos.
Ignacio
